LA PATRIA|MANIZALES

El 18 marzo del 2025, sobre las 3:30 de la mañana, Diana Marcela, a quien apodan Dulce, entró a la habitación de una residencia de la carrera 17 con calle 23, donde vivía Yuliana.

Esta última, según la Fiscalía, dormía tranquilamente, pero su descanso se vio interrumpido por Dulce, quien con un cuchillo cuñado en el brazo le dijo: "Salga pues perra, váyase acá".

La afectada le respondió que al menos la dejara vestir. Dulce le realizó dos lances con el arma blanca, que la perjudicada esquivó.

Sin embargo, cuando Yuliana se agachó a ponerse los tenis, su atacante la apuñaló en la espalda. Lola, otra habitante de la residencia, intervino para que Dulce parara la agresión. "No más, ya la hirió una vez", le manifestó.

Pese a eso, Dulce sacó a Yuliana de la habitación, la insultó en el pasillo y le hizo nuevos lances, generándole otra puñalada en la espalda.

La lesionada corrió por la Calle de las Guapas, hasta que se desplomó, fue auxiliada y llevada por Bomberos a un centro asistencial, donde le salvaron la vida y se determinó que estuvo en grave riesgo. La incapacidad fue de 35 días.

Empezaron las investigaciones y se conoció que al día siguiente Dulce abandonó el sector, al tiempo que envió chats de WhatsApp a la afectada, indicándole que quitara la denuncia.

"Sabiendo que había un proceso en su contra, no se presentó y se escondió. Por eso se pidió la orden de captura", explicó la fiscal en la audiencia de esta semana, donde se legalizó la aprehensión de Dulce.

En la diligencia le indicaron que si aceptaba cargos su pena quedaba en 10 años, 11 meses y 7 días, pero dijo que no es culpable.

A la imputada le dieron detención domiciliaria dentro de una residencia que pertenece a la mamá. Entre otras cosas, porque no tiene antecedentes.

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