
Fotos | Cortesía | LA PATRIA
María Gilma Zuluaga iba en el taxi de su hijo cuando se accidentó en el barrio El Bosque de Manizales. Tras un mes y 13 días de lucha, falleció. Conocidos lamentan su muerte.
"Pobre señor, qué trauma, qué dolor perder a la mamá así. Me imagino la impotencia. Dios le dé mucha fortaleza para continuar".
Mensajes como este dejan este lunes (19 de mayo) en Facebook los lectores de LA PATRIA, al conocer el deceso de la adulta mayor María Gilma Zuluaga Vásquez, en una clínica de Manizales.
Ella y su hijo se accidentaron el pasado 6 de abril en el barrio El Bosque, de esta capital, en el taxi de este último. Al parecer, el automotor perdió los frenos y chocaron contra un poste.
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La señora se afectó en la cabeza y, según las autoridades, esas lesiones desencadenaron en su deceso este lunes, tras luchar por su salud.
LA PATRIA indagó con vecinos del barrio Fátima, donde vivía la fallecida.
"Doña Gilma mantenía enferma y Jhon, su hijo, nunca la desamparó. Precisamente el día del accidente iba con ella para no dejarla solita en la casa. Era el amor de su hijo", contaron.
"Daba la vida por su mamá, debe estar destrozado", narraron.
"Eran muy unidos. Jhon trabajaba por darle lo mejor a ella. Eran solos, tenían sus mascotas, pero vivían uno por el otro. Debe ser un trauma muy duro".
Otra persona recordó que doña Gilma era muy católica y que Jhon Jairo era dedicado a ella. "Hijo intachable. La señora, gran mamá".
Aún no saben cuándo es el sepelio.
Sobre el duelo, en palabras de la experta Fanny Bernal
Cuando se está en duelo, son muchas las ideas y pensamientos que surgen en la mente; además de las emociones y sentimientos que se entrelazan en el doliente, formando un entramado difícil de entender, en el cual, se anudan diversas emociones.
- De todas ellas, la culpa es quizá la más devastadora, ya que en ocasiones se vuelve un impedimento para sanar el dolor.
- Existen culpas por los asuntos pendientes que no pudieron llevarse a cabo, por sucesos sin resolver, como peleas, distanciamientos; proyectos que ni siquiera comenzaron, viajes que por diferentes motivos no se pudieron realizar, en fin, sueños o ilusiones que quedaron truncados y ya sólo están en el recuerdo.
- Culpas porque el afecto y las palabras de amor y de gratitud no se pronunciaron con frecuencia, quizá faltó tiempo o no hubo voluntad para ello, y ante la muerte y su irreversibilidad, aparece la reflexión con el uso del tiempo y las posibles equivocaciones que se fueron cometiendo con el paso del tiempo y los años, al pronunciar cotidianamente las frases famosas cómo: ‘Tranquila, mañana llamo’, ‘mañana sin falta voy’, ‘esta semana nos tomamos el café’, ‘hoy no nos podemos ver, porque tengo mucho que hacer, pero seguro que la semana entrante, saco el tiempo’.
- Culpas con la manera cómo se viven las relaciones familiares, las cuales, a veces son tensas o tóxicas y distantes, hogares que parecen más hoteles que sitios para compartir y convivir. Un señor en una asesoría me dijo ante la muerte de su esposa:
- Tengo recuerdos frecuentes de cuando ella me pedía compartir más tiempo, ahora nada puedo hacer. Creo que mi orgullo le causó muchos sufrimientos.
- Se tienen además culpas, por no sentirse mejor en el proceso de duelo y entonces hay quienes le reclaman con expresiones como:
- Ya está bien de tanto llanto y tanta quejadera, piensa en nosotros, parece que no nos amaras, nosotros estamos aquí.
Dolor
Esta demanda lleva a que el doliente más afectado no sólo se guarde su dolor, sino que no tenga con quién hablarlo, para desahogarse.
También está la culpa, porque un día el doliente se despierta sintiéndose mejor, por tener unos días de descanso, de serenidad, de equilibrio o por querer apostarle a nuevos comienzos.
Ello lo lleva a creerse una mala persona y a pensar que está traicionando la memoria del ser que partió.
La culpa es una emoción muy fuerte que puede ser un obstáculo o un recurso en el camino de la recuperación de un duelo.
Cuando se tiene la posibilidad de aprender de la culpa y de reflexionar acerca de lo que se ha vivido, ello se convierte en un gran recurso para avanzar e inclusive para ser mejor ser humano.
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