Yeison Alberto, alias Vacuna, atacó a su cuñado por los reclamos que le hacía exigiendo respeto por su hermana.

Foto | LA PATRIA

Yeison Alberto, alias Vacuna, atacó a su cuñado por los reclamos que le hacía exigiendo respeto por su hermana.

Yeison Alberto García Vásquez, alias Vacuna, no soportó que su cuñado le exigiera respeto. Fueron tres años de discusiones y amagues de agredirlo hasta que intentó matarlo el pasado 4 de septiembre en Neira.

El sujeto, de 29 años y natural de Rofrío (Valle del Cauca), sostenía una relación sentimental con la hermana de la víctima. En una ocasión insultó a su pareja y el joven le exigió que no la tratara mal, lo que no le gustó a García y por eso lo intimidó con un arma traumática.

Desde ahí, durante tres años, el señalado lo siguió persiguiendo y en donde lo viera, lo retaba y lo intentaba agredir con armas cortopunzantes. Sin embargo, nunca llegó a causarle alguna lesión.

Eso cambió en la noche de ese 4 de septiembre, cuando la víctima se disponía a ver un partido de microfútbol en el coliseo de Neira, lleno de deportistas, niños y adultos mayores.

 

Un arma puso a correr a los asistentes

Mientras se disputaba un encuentro, este se vio interrumpido por dos hombres que repentinamente saltaron al terreno de juego. Yeison perseguía con un revólver a su cuñado y toda la gente corrió despavorida.

En dos ocasiones, estando a unos dos metros de distancia, el atacante intentó herir a su víctima, pero su arma no disparó. Sin embargo, al tercer intento lo logró y le causó una herida en la espalda, para luego huir del sitio.

Al joven lesionado lo trasladaron al hospital. La bala lo atravesó y según el reporte de Medicina Legal, su vida no corrió riesgo y le dieron 14 días de incapacidad. Como consecuencia sufrió una deformidad física de carácter permanente.

Casi un mes después, las autoridades lograron identificar al agresor y capturarlo. La Fiscalía le imputó cargos por porte ilegal de armas de fuego e intento de homicidio, pues aunque la lesión no fue fatal, las voces de los testigos lograron demostrar que la intención era matar.

Luego de cinco meses, Yeison llegó a un preacuerdo con el ente acusador. Le reconocieron la ira en dicho ataque y aceptó pagar una pena de 7 años, que le dictó el Juzgado Séptimo Penal del Circuito de Manizales.

 

Tenía un campanero

Testigos relataron que un familiar de Yeison se encargó de avisarle sobre la presencia de su víctima. Esta persona, al parecer, le hizo señas cuando vio al joven en las gradas.

 


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