Los ataques contra agentes de tránsito en Pereira y Dosquebradas siguen escalando. En las últimas horas se han presentado nuevos hechos que ponen en alerta a las autoridades sobre la vulneración de la seguridad de los funcionarios públicos. 

En la noche del sábado santo (19 de abril) ciudadanos se enfrentaron contra agentes de tránsito que realizaban un operativo en el sector La Popa, y debido a la falta de documentos de un vehículo, lo iban a inmovilizar. 

Las personas que estaban en esa zona, no dudaron y se enfrentaron con dos agentes, una mujer y un hombre, y a empujones evitaron la inmovilización de la moto. 

Un par de días después pero en el barrio Las Mercedes de Cuba, al sur occidente de la capital risaraldense se presentó un nuevo hecho de intolerancia. 

En esa ocasión una agente de tránsito fue arrollada por el conductor de un vehículo, mientras esta se encontraba realizando controles en la vía. 

“Un hombre de nacionalidad extranjera, quien embistió de forma abrupta e intencional a una agente de tránsito municipal en el barrio Las Mercedes, mientras esta adelantaba labores de control vial”, dijo la general Yurian Romero.

El hombre intentó huir, sin embargo, la reacción de la comunidad que alertó a las autoridades, y el rápido despliegue operativo de la policía, les permitió dar con el hombre.

“Gracias a la oportuna alerta de la ciudadanía a través de la línea de emergencias 123 y la inmediata articulación con las patrullas de vigilancia, se activó el plan candado que permitió la rápida localización del vehículo y la captura del agresor”, continuó diciendo Romero.

En el momento de la captura, las autoridades encontraron que el conductor del vehículo no contaba con los documentos al día. 

“Durante la verificación, se constató que el conductor no portaba licencia de conducción, ni contaba con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), ni con la revisión técnico-mecánica vigente del vehículo”.

La funcionaria embestida fue trasladada a un centro asistencial donde recibe atención médica pero se encuentra fuera de peligro. 

Al capturado, la policía lo puso a disposición de la autoridad competente por el delito de violencia contra servidor público. 

“La intolerancia y el desacato no solo ponen en riesgo la vida de los funcionarios y de los ciudadanos, sino que constituyen delitos sancionables por la ley”, concluyó la oficial. 

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