El coordinador operativo del área de servicios de una funeraria de Manizales se metió en líos por vender la información de las familias de las personas que eran veladas en este sitio.

No solo perdió su empleo, sino que se enfrentó a un proceso por violación de datos personales, que contempla penas de 48 a 96 meses de prisión.

LA PATRIA conoció esta historia en una audiencia de la semana pasada, en la que se presentó el principio de oportunidad a favor del señalado. Es decir, archivar la acción penal a cambio de unos compromisos.

Se contó que el procesado atendía los servicios funerario que solicitaban las personas. Sin embargo, violaba la reserva que debía mantener sobre los datos privados de los clientes.

"Sacaba provecho y tomaba esa información de la base de datos, como nombres, teléfono y direcciones, y se los entregaba a un cantante que, posteriormente, ofrecía a esas familias los servicios musicales para las exequias. Por eso recibía una comisión". Eso, a criterio de la funeraria, iba en contravía de sus deberes, por eso lo denunció y terminó el contrato de manera unilateral, pues puso en riesgo los datos de los clientes.

El ente acusador tiene como pruebas el contrato, grabaciones de llamadas entre el músico y él. El principio de oportunidad determinó suspender el proceso por 3 meses, mientras el señalado cumple compromisos.

Estos son: disculpas públicas en un medio de comunicación local, no acercarse a la funeraria, no sentarse en la cafetería cercana, ni saludar a sus excompañeros, ni mirarlos, ni hablarles. Además, mostrar buena conducta.

En 90 días el juez decidirá si avala el beneficio y el hombre evitará así una condena.

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