Habitantes de Pensilvania denunciaron la presencia en el casco urbano, de un hombre que supuestamente se masturbaba frente a una vivienda.

Al recibir la queja ciudadana, una patrulla de la Policía abordó al señalado y lo aprehendió por injuria por vías de hecho.

Sin embargo, en medio de las audiencias debieron dejarlo libre, dado que padece problemas mentales y es inimputable. Quedó en manos de sus familiares, con el objetivo de que reciba asistencia especializada.

Al parecer, no es la primera vez que ocurre esto con el ciudadano.

La inimputabilidad se da cuando un ciudadano no tiene la capacidad de comprender el daño causado y la cárcel no es opción para que pague por su infracción o delito.

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