Por homicidio agravado y ocultamiento o destrucción de material probatorio, funcionarios de la Sijín de la Policía de Manizales y de la Fiscalía aprehendieron a un adolescente, de 17 años, señalado de participar en el crimen de Miguel Antonio Montoya Guapacha.

El menor habría participado junto a otras cuatro personas en el asesinato el pasado 5 de mayo del 2024 en el barrio Bajo Persia. Los otros señalados permanecen detenidos en la cárcel, mientras que al joven le ordenaron medida de internamiento preventivo en Los Zagales.

Lo mataron por unas dosis de estupefacientes

A Miguel Antonio, de 45 años, lo torturaron antes de matarlo, y posteriormente calcinaron su cuerpo. Además de Jhon Jairo Montoya Sepúlveda, de 33 años, condenado a 8 años de prisión, detuvieron a Jhon Camilo, Willinton y Olga Liliana. Faltaba el menor.

"Sin ningún reparo, ni humanidad, sometieron el cuerpo al fuego en aras de deshacerse de él e impedir su identificación, ocultar y enmascarar las lesiones, demostrando una crueldad e insensibilidad hacia los seres humanos", pronunció la Fiscalía.

El ente acusador mencionó también que dos procesados le pidieron a un habitante de calle que llevara a la víctima hasta una casa de Bajo Andes. Allí la amarraron de manos y pies, la mujer le puso una blusa en la boca para que no gritara y lo ahorcaba, mientras otro le pegaba cachetadas y puños en la cara.

También le dieron golpes con otros elementos y luego la mataron. Llevaron el cadáver hasta una zona boscosa, donde le prendieron fuego, pero la lluvia apagó las llamas.

Al parecer, Willinton fue el cerebro de la tortura y asesinato, todo porque Miguel había extraviado 12 dosis de estupefacientes. El sujeto amenazó con hacerles lo mismo a sus compinches si llegaban a hablar sobre lo ocurrido

Policía nunca apareció

Un juez ordenó compulsar copias porque, al parecer, la Policía no atendió los llamados de la comunidad ante el ruido provocado dentro de la vivienda donde mataron a Miguel Antonio Guapacha. Según el relato, los delincuentes pusieron música con alto volumen para evitar que se escuchara la tortura a la que lo sometieron, sin embargo, los vecinos escucharon los gritos de auxilio y nunca llegaron las autoridades.

Evidencias halladas en el sitio del crimen

Los investigadores hallaron un lazo, una vela, una cerca rota, señales de arrastre del cuerpo y varias bolsas de basura.

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