"Es un triunfo en defensa de los derechos de la mujer", expresó Jennifer Cotacio Monsalve, de la firma Ríos & Abogados, al hacer referencia al caso en que el Tribunal Superior Sala Civil Familia de Manizales revocó una sentencia de primera instancia del Juzgado Sexto de Familia, en un caso de divorcio en la capital caldense.
Cotacio Monsalve defendió los intereses de la mujer, de 68 años. El esposo, de 78 años, con quien se casó en el 2000, le pidió el divorcio por medio de un poder que le otorgó a su hijo extramatrimonial. En su solicitud de junio de 2016 indicó que ya habían pasado más de dos años de rompimiento de la relación y/o separación de cuerpos, y que sufrió el abandono de su esposa desde 2010.
El 31 de octubre del año pasado, en fallo de primera instancia, se le concedió la razón al hombre. Sin embargo, la abogada de la mujer manifestó, en la apelación ante el Tribunal Superior, que el rompimiento se dio en julio de 2015.
"En vez de beneficiar a la pareja se favoreció solo a una de las partes. La situación de mi defendida amerita seguimiento. Pasa por una situación difícil, pues dependía económicamente de su esposo. El señor en 2010 se fue para Bogotá a atender asuntos personales, pero no terminó la relación. Se siguieron comunicando. Regresó en 2013 a convivir con ella. No sufrió abandono. Si fuese así, no habría retornado a la casa. La separación apenas llevaba un año cuando el esposo demandó", explicó la abogada en su apelación.
La profesional añadió que cuando el adulto mayor presentó la demanda de divorcio huía de la justicia, pues recibió una condena de 12 años de prisión por lavado de activos. Además, tiene una investigación por la pérdida de un vehículo.
"La relación se terminó por la necesidad del esposo de escaparse de la justicia", anotó.
En la sentencia de segunda instancia, que le dio la razón a la mujer, el Tribunal indicó que la jueza de primera instancia pasó por alto la valoración de las pruebas que indicaban que los dos años de separación de cuerpos se cumplieron, pero sumando lo que se demoró en fallar el proceso.
Así las cosas, el hombre tendría que darle una parte de su pensión a la esposa, como cuota alimentaria. Siguen legalmente casados.
"No le dio la cara a la justicia penal para una sentencia condenatoria, pero sí le entregó poder a una persona para que se presentara la demanda de divorcio", abogada Jennifer Cotacio.
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