Esta semana volvieron a profanar tumbas en el Cementerio San Esteban de Manizales. Así lo verificó un sepulturero del campo santo durante una de sus rondas de aseo. Esta vez los delincuentes se ensañaron con las fosas y bóvedas de la parte baja.
El trabajador del cementerio notó que una parte del cerramiento estaba torcido, así que empezó a revisar las tumbas y encontró dos abiertas.
Los delincuentes quebraron las lápidas donde yacían Blanca Rocío Restrepo y Anadely Rodríguez. Se llevaron los dos cráneos. El resto de los cuerpos los dejaron en el lugar.
Para no dejar los restos expuestos, el sepulturero volvió a hacer las lápidas, esta vez en cemento, y las marcó con un palo.
Los funcionarios del San Esteban explicaron: "tratamos de mantener el cementerio vigilado para que a las tumbas y a los visitantes no les pase nada. Pero hay que tener en cuenta que este lugar es muy grande y un solo celador no alcanza a cubrirlo, más que todo en las noches".
También comentaron que las personas que ingresan a llevarse los cráneos los venden en el mercado negro a estudiantes de medicina. Tampoco descartan que sea por motivos satánicos.
La familia de Jhon William Gutiérrez Villegas denunció que el 17 de mayo pasado alguien abrió la tumba del joven, muerto hace dos años, y se llevó parte del cráneo.
Los padres se dieron cuenta de lo sucedido cuando fueron a llevarle flores y encontraron la tumba sin lápida, como si lo hubieran acabado de enterrar.
El trabajador del cementerio encontró los pedazos de las lápidas y luego descubrió los esqueletos sin cráneo.
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