Ricardo era un respetado líder en la comunidad, a quien habrían asesinado por resistirse a pagar extorsiones.

Foto | Cortesía UBPD | LA PATRIA

Ricardo era un respetado líder en la comunidad, a quien habrían asesinado por resistirse a pagar extorsiones.

Ricardo Arias Ardila, de 54 años, era un reconocido líder comunal, religioso y comerciante de Fusagasugá, Cundinamarca. En abril del 2014 desapareció sin dejar rastro.

A orillas del río Magdalena, en el sector de La Marranera, del barrio La Fortuna, en La Dorada, hallaron su cuerpo. Sin embargo, lo sepultaron el 2 de mayo de ese año, como no identificado en el Cementerio Católico Central, en el columbario San Lucas.

Tras labores de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), se recuperaron 22 cuerpos, entre esos el de Ricardo, a quien pudieron identificar y entregar a su familia para darle una despedida digna.

Este camposanto hace parte de los 48 lugares identificados por el Grupo de Apoyo Técnico Forense (Gatef), que cuentan actualmente con medidas cautelares decretadas por la JEP, desde el 2021, en los que se busca a víctimas del conflicto armado. Esto prohíbe inhumaciones y exhumaciones por orden judicial.

 

Se negó a pagar extorsiones

Luego de que se recuperó la osamenta, esta pasó a manos del Instituto de Medicina Legal, que tras un cotejo de dactiloscopia, identificó al líder social, a quien asesinaron grupos paramilitares por ahogamiento por sumersión.

Un hijo de Ricardo presentó en enero del 2025 una solicitud a la UBPD, que adelantó la investigación humanitaria, y con el rastreo de registros de inhumaciones, análisis de archivos parroquiales y contraste de perfiles genéticos, confirmó el parentesco.

Luego de la entrega digna, ceremonia que se llevó a cabo en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, la familia pudo darle sepultura y despedirlo en un cementerio de la capital colombiana.

Según la UBPD, la desaparición ocurrió en una región históricamente afectada por presencia de grupos armados como las Autodefensas Unidad de Colombia y las Autodefensas Unidas de Casanare.

El líder social se habría negado a pagar extorsiones, lo que sería la causa de su asesinato. Aunque no pertenecía a ningún partido político, era reconocido por su labor comunitaria y religiosa.

De acuerdo con la UBPD, el hecho de que su cuerpo terminara en otra región, demuestra un patrón del conflicto en Colombia. A las víctimas las trasladaban a otros lugares para dificultar su identificación y encubrir los crímenes.

 

Desaparecidos en el conflicto

En Colombia hay 126.895 personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado. En Cundinamarca y Bogotá hay unas 6.500 víctimas.

 


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