El domingo 17 de agosto se realizó una cabalgata en Dosquebradas. El dispositivo vial incluía cierres en la calle 21, Avenida Simón Bolívar sentido Pereira - Santa Rosa, Avenida Molinos y sector Molivento. 

La actividad estaba programada para empezar alrededor de las 3:00 p.m., y los caballistas tenían máximo seis horas para recorrer los 4,2 kilómetros de recorrido, que empezaban y terminaban en el Parque El Lago La Pradera. 

Para no incurrir en los errores de la anterior cabalgata que se hizo en el municipio, la decisión de la Secretaria de Tránsito fue realizar cierres según avanzara el desfile a caballo. 

El secretario de Tránsito, Yeison Palacio, explicó cuáles fueron las diferencias en la estrategia que se aplicó frente al 2024. 

“La diferencia del año pasado y este es que este año ya tenemos medios tecnológicos. Con los radios íbamos cerrando cuando ya se iba a iniciar el evento, no todas las vías al mismo tiempo, como sucedía antes”, explicó Palacio.

Aun así, los cierres generaron molestias entre los ciudadanos. A pesar de las campañas informativas previas —que incluyeron volantes, pancartas y visitas puerta a puerta—, muchos conductores reaccionaron con insultos y reclamos al encontrarse con las calles bloqueadas.

Uno de los momentos más delicados se presentó en la avenida Simón Bolívar, a la altura del barrio Santa Mónica, donde cerca de ocho motociclistas decidieron ingresar al carril exclusivo del Megabús para evitar los desvíos. El funcionario advirtió del riesgo de este tipo de maniobras. 

“Cuando vas por los pasos tradicionales, esperas un Megabús, no una motocicleta. Esa imprudencia puede terminar en una tragedia”, subrayó.

Un agente agredido

La situación se complicó aún más cuando algunos ciudadanos aseguraban estar en medio de una emergencia para intentar pasar por los carriles restringidos. En estos casos, los agentes verificaban vía radio si efectivamente había autorización.

Uno de esos episodios sucedió al frente de Mercamás, a eso de las 7:30 p.m., cuando un motociclista empujó a un agente de tránsito. 

“El motociclista, molesto, giró su moto y se generó un momento de tensión con los agentes”, relató Palacios.

Ante la agresión al agente, otros motociclistas que presenciaron el hecho atacaron al joven hasta generar una pequeña riña. 

Sin embargo, la presencia de uniformados de la Policía en el sector evitaron que la situación escalara a mayores. 

Al motociclista, de acuerdo con Palacios, la moto se le inmovilizó. 

Intolerancia 

En total, la Secretaría de Tránsito registró alrededor de 12 casos de intolerancia durante la jornada. La mayoría consistió en discusiones y reclamos, pero sin agresiones graves contra los funcionarios. Palacio destacó que la capacitación previa a los agentes fue clave para mantener la calma. 

“Lo que hemos trabajado con ellos es no responder a las agresiones, porque siempre es el servidor público el que pierde. La instrucción es mantener la calma y apoyarse en la presencia de la Policía”.

De hecho, el operativo contó con la presencia de cerca de 300 uniformados de la Policía Nacional, ubicados prácticamente en cada cuadra, lo que brindó respaldo inmediato a los agentes de tránsito y ayudó a contener los momentos de tensión.

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