Magdalena Medio. “Me tienen en mal concepto. Los que me conocen saben que soy un señor. No soy mala gente”. Estas frases se oyen en un video que circula por La Dorada (Caldas) en algunas páginas de Facebook en las que indican que  Oliverio Isaza, conocido como alias Terror e hijo de Ramón Isaza, dado de baja por el Ejército y la Policía, también fue cantante. Lo muestran en una grabación interpretando estas notas. Sorprende que páginas que se hacen llamar de noticias se hayan mostrado de luto por una persona que hizo daño en Antioquia y Caldas. Además, días después, en otro video se mostró molesta la comunidad de San Luis (corregimiento de Puerto Triunfo, Antioquia) porque se llevaban los carros de Terror.

En seguridad bien, en humildad no tanto

Manizales. En el debate que se llevó a cabo sobre inseguridad en Caldas, Paula Andrea Sánchez, secretaria del Interior de la capital, presentó un balance de su gestión y aunque son de aplaudir las cifras en seguridad, parece difícil que reconozca la labor de la Administración anterior, que también logró reducciones e inversiones significativas.

Eso se lo hizo saber el diputado Islén Ramírez, del Partido Alianza Verde, y quien fue funcionario de esa Administración, pero ella esperó que de nuevo le dieran la palabra para decir que incluso en su gestión pasada también brilló su labor.

Diputado, con el discurso acomodado

Manizales. Jorge Ariel Carmona Guzmán, diputado del Partido Conservador, criticó a la Gobernación de Caldas por la denunciada presencia de bandas criminales en el departamento, pero aplaudió al gobernador de Antioquia porque está expulsando a los bandidos, los que según él, están llegando a Caldas. Cabe recordar que la buena acción en seguridad es acabar con estos grupos, no que se les expulse hacia otras regiones. Además hay que decir que los vecinos en Antioquia están viviendo una delicadísima situación de orden público.

Percepción de inseguridad, ¿cuestión de redes?
Manizales. En esa misma sesión, Sánchez expuso que hay tres factores que preocupan en la seguridad y uno es el oportunismo político acompañado por las redes sociales. Haciendo un mea culpa, sostuvo que hay que reconocer que la gente no confía en las autoridades y no denuncia, pero para otras personas llama la atención que la funcionaria culpe a los denominados “canales de comunicación” de ir en detrimento de la ciudad. Que no sea esto otro modo de negacionismo.