Foto I Freddy Arango I LA PATRIA  Gloria Inés Agudelo, a ella la conocen en Santágueda (Palestina) como La Popocha, y a su restaurante también. Forma parte de la oferta gastronómica de la región.

Foto I Freddy Arango I LA PATRIA

Gloria Inés Agudelo, a ella la conocen en Santágueda (Palestina) como La Popocha, y a su restaurante también. Forma parte de la oferta gastronómica de la región.

Mi nombre es Gloria Inés Agudelo. Soy de Arauca (Caldas). En este puesto ofrecemos platos a la carta, mojarra, trucha, bandeja paisa, ejecutivo... También atendemos eventos. Soy operadora turística, aparte de tener este restaurante”.

La señora tiene su restaurante en Santágueda, una vereda de Palestina (Caldas), que en realidad es el paraíso del sol y del agua para los caldenses, como lo íremos contando con apoyo de información turística de la Gobernación de Caldas sobre los 27 municipios del departamento.

“Llevo 22 años en este negocio. Anteriormente vendíamos en unas casetas de guadua que quedaban al otro lado de la carretera. No teníamos agua ni energía. Tocaba cargar el agua y botar las aguas sucias residuales”.

Esta zona está ubicada a 13 kilómetros de la cabecera municipal de Palestina y a 32 kilómetros de la de Manizales. Su altura sobre el nivel del mar es de unos mil metros, con temperaturas que pueden llegar en promedio a 28 y 30 grados.

Gloria Inés continúa su relato: “Ya con los años nos reubicó acá la Gobernación, que porque alguien había montado una tutela, debido a que estábamos en la vía pública. Entonces, ya nos pasaron para acá y ya somos tradicionales”.

 

Turismo y gastronomía, a la carta

En Santágueda están ubicados los centros recreacionales de la Confa y otros. Por eso, aquí ofertan alojamiento en cabañas, centro de convenciones, auditorios, piscinas, canchas deportivas, deportes náuticos, senderos, zonas de camping, restaurantes, sauna, turco, supermercado. Y mucho más.

 

A la mesa con doña Gloria Inés

Ella añade: “Al principio vendíamos fritanga, sancocho, frijol. Y al pasarnos acá ampliamos la oferta. Ya vendemos toda clase de platos, que atraen a la gente. Cuando estábamos al otro lado, no había tantos restaurantes en la zona y venía mucha gente a comprar. No dábamos abasto, pues aún no estaban los grandes restaurantes de ahora, como la Mazorca y otros. Estábamos nosotros solitos y había mucha gente que pedía comida”.

El restaurante La Popocha está en una región rodeada de grandes haciendas cafeteras, que conservan los establecimientos propios del cultivo, recolección, beneficio, secado, empaque y almacenamiento del Café. Proceso que puede ser conocido mediante reservación en varias haciendas de la localidad.

Ella también pone sobre la mesa el siguiente tema: “Nuestro producto estrella es el caldo de pescado. Lo hacemos con bagre, todo es muy aseado y bien preparado, por eso nos buscan muchos clientes”.

 

Mucho paisaje, por un lado y por el otro

La capilla de Santa Teresa es otro atractivo de la zona. “Es una propuesta arquitectónica construida a base de bahareque al estilo antiguo , queson ideales al clima y al medio. Esto le da mucha más imponencia y realce. En su interior encontramos plasmada una obra al fresco que representa al Nevado del Ruiz y la región Andina del pintor manizaleño Genaro Mejía”, indica la Gobernación.

“La gente sabe que esta es una zona muy tranquila para relajarse, eso genera mucho turismo en Santágueda y se prestan muy buenos servicios”, dice la dueña de la venta de comidas La Popocha.

Otro imán para los turistas es el paisaje que se observa desde el mirador natural de la Vereda La Plata hacia la Rochela y Santágueda. “Es de singular belleza, al combinarse la topografía plana con las construcciones y elementos naturales que armonizan el horizonte”.

 

Por cocinar

La propietaria del restaurante traidicional tiene una mirada a futuro.

“Eso sí, creo que faltan muchas cosas para que la gente siga viniendo y vengan otras. Más atracciones, que las personas no se cansen de lo mismo. Por decir algunas: que construyan toboganes, una piscina espectacular con olas, que la gente no se tenga que ir para otras ciudades a buscar más diversión”.

 

Ella remata con varias reflexiones:

Gloria Inés Agudelo, dueña del restaurante La Popocha, en Santágueda (Palestina): concluye:

Eso atraería más turistas. Nosotros, prácticamente, dependemos de quienes llegan a Confa, que es lo más turístico y económico. Hay muchas fincas y pues las alguilan, pero la mayoría de quienes llegan a esas fincas no salen, traen la comida y consiguen quien se las prepare, pero es más caro”.

“La gente de Arauca siempre ha tenido aquí una fuente de trabajo. Unos se rebuscan con la venta de helados y frutas. Y otros como nosotros con la comida, siempre a la orden para todos”.