Jorge Helmer Valencia, bibliotecario de la vereda El Naranjal de Chinchiná.

Foto | Cortesía | LA PATRIA

Jorge Helmer Valencia, bibliotecario de la vereda El Naranjal de Chinchiná.

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Jorge Helmer Valencia, bibliotecario de la vereda El Naranjal de Chinchiná, habló este martes con LA PATRIA Radio sobre la labor que desempeña en su comunidad y el progreso ejemplar de la biblioteca pública de la vereda. Esto dijo: 

¿Cuál es la labor que realiza la biblioteca para la comunidad? ¿Por qué es tan reconocida? 

Desde hace 13 años estoy al frente de la biblioteca. Es considerada como la primera biblioteca pública creada en una vereda de Caldas. Fue gracias al Ministerio de Cultura, que quiso descentralizar un poco las bibliotecas y llevarlas a sitios más remotos (como resguardos indígenas, corregimientos y veredas), por eso la tenemos en Chinchiná.

Tenemos reconocimiento local, departamental, nacional e incluso internacional. La biblioteca ha logrado ganar 28 reconocimientos nacionales y 9 internacionales. Somos piloto nacional y ganadores del premio Daniel Samper Ortega de Excelencia Bibliotecaria y eso ha permitido que sobre todo la gente del campo se vea representada a través de la biblioteca pública rural. Es conocida como la ‘casita naranja’. Los invitamos a conocerla. 

¿Cómo en un sector rural tienen este éxito? 

El querer de la comunidad es que las zonas rurales florezcan y salgan a flote. El campo es un poco estigmatizado y no tenido en cuenta para su desarrollo, pero estamos demostrando que en el campo hay gente que tiene la capacidad y el talento para salir adelante. Soy campesino de pura cepa, más montañero que la arepa y la mazamorra juntos. Lo digo con orgullo: he logrado mostrar un poco los potenciales que tiene la zona rural. 

El desarrollo de la ciudad depende del desarrollo del campo. Cuando llegué a la biblioteca traté de juntar lo que había recibido de esta tierra con desarrollo y cultura para que vieran que era importante para el municipio y que podíamos hacer cosas maravillosas y lo hemos logrado. Hemos logrado que la mirada se venga a la zona rural. 

¿Qué ha pasado con esos reconocimientos? ¿Para qué les ha servido como biblioteca rural que promueve la lectura y la integración universitaria? 

Cada vez que la biblioteca gana un reconocimiento es un reto porque aprendemos muchas cosas de cómo transmitir ese mensaje para que la comunidad lo sienta suyo y participe. El éxito es que los premios no han sido para exaltarse, sino para tener motivación de seguir trabajando y despertar el sentido de pertenencia. 

Son para los niños de las escuelas, jardines infantiles y de colegios para que sean muchos más los lectores. No es fácil la tarea, pero no es tan difícil si ponemos confianza. Es una obra titánica que tenemos los bibliotecarios públicos, especialmente en la zona rural: que muchas personas tengan ese amor por la lectura y tratamos que ese sea el hábito lector de la familia. Es importante involucrar a las familias en programas y hacerles sentir que son importantes para la biblioteca y entre todos sumar esos hábitos lectores que le dan impulso a la zona rural de Chinchiná.

Contacto 

Celular: 3122217154

Escuche la entrevista completa aquí: 

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