Osvaldo Hernández
LA PATRIA | Manizales
El 18 de noviembre pasado la tribuna norte del estadio Palogrande se inundó de trapos, pancartas y cánticos en contra de Felipe Paniagua, coordinador de las divisiones menores y directivo suplente del Once Caldas.
Ese día el equipo le ganó 2-1 a Cortuluá y se fue con más pena que gloria de la temporada futbolera. Los reproches se trasladaron a la calle. No solo lo volvieron a señalar en el comunicado que leyeron en la Media Torta de Chipre el 13 de noviembre, sino que lo repitieron toda la semana siguiente al frente del estadio, donde se instalaron en medio de los dos carriles.
Dos meses después, la barra mantiene la posición respecto al dirigente y mostró los argumentos por los que cree que debe salir del Once Caldas.
Paniagua le dijo a LA PATRIA por escrito que entiende el querer del hincha y que su deseo es ser parte de un equipo ganador, lo que no ha ocurrido en las más recientes temporadas. "Una crítica constructiva que nos invita a redoblar esfuerzos para regresar el Club a donde lo quiere el hincha, en términos de resultados deportivos, sin dejar de lado que ello debe ir de la mano con otros aspectos fundamentales de viabilidad de empresa en cuanto al equilibrio y autosostenibilidad económica".
El diputado Juan Sebastián Gómez González, líder de Holocausto, lo señala de tener intereses particulares, diferentes a los del Club, y que por eso desestabilizó el equipo el semestre pasado.
Paniagua se fue del equipo el 23 de febrero del año pasado y regresó por pedido de Jaime Pineda, máximo accionista del Club, el 23 de agosto. Por eso no tuvo nada que ver en la conformación del equipo que dirigió Francisco Maturana.
Señalamientos
Juan Sebastián cuenta que en octubre del año pasado lo invitaron a una reunión de dos horas en Palermo al lado del cuerpo técnico, encabezado por Francisco Maturana, y dos empleados más del Once Caldas, cuyos nombres no reveló.
"Se hizo una revisión completa de todos los indicadores de los jugadores en los entrenamientos, pero no se entendía por qué entonces el equipo no respondía en la cancha".
El líder continúa: "Empezaron a aparecer detalles contados por ellos que sorprendieron hasta al mismo Maturana, y en todos aparecía Felipe Paniagua como protagonista".
"Uno dijo que lo escuchó hablando con jugadores, dándoles instrucciones diferentes a las del técnico; otro, que los incitaba a jugar diferente a lo que pregonaba Maturana. Contaron también que detalles tan importantes como la hidratación o la alimentación del equipo en otras plazas no estaba lista y completa", explica Gómez. En otras palabras, lo sindicaron de desestabilizar el equipo.
El señalado respondió, por escrito, sobre esto: "Me resisto a creer que algún integrante del cuerpo técnico del doctor Maturana haya utilizado los calificativos expresados por el líder de la barra. Decir que algunos jugadores seguían instrucciones tácticas mías desobedeciendo al entrenador y desconociendo su historia, trayectoria y liderazgo es un exabrupto".
La reunión de la que habla Gómez habría provocado que el cuerpo técnico no le permitiera el ingreso al camerino a Felipe Paniagua el 23 de septiembre en el partido contra el América de Cali. Ricardo Chicho Pérez, asistente técnico de Maturana, se encargó de devolverlo de la puerta de acceso al camerino. Explica Paniauga: "Se nos prohibió el ingreso al vestuario al gerente general, William Gómez, y a mí. Nos dijeron que no querían que personas ajenas al cuerpo técnico estuvieran en ese espacio, decisión que comunicaron dos colaboradores del doctor Maturana. Ahora bien, no creo que haya existido del cuerpo técnico una postura retaliativa (...), aunque reconozco que durante el proyecto Maturana fui crítico de la forma de entrenar y de la expresión de juego, porque estaba y aún sigo convencido de que el semestre anterior se conformó un gran equipo, gracias al esfuerzo del presidente y del máximo accionista".
Sobre los problemas con la hidratación del equipo y la alimentación en Montería, Paniagua explica que Águila (Bavaria), como patrocinador oficial, provee la hidratación para el día de partido a todos los clubes y que, adicionalmente, el cuerpo médico dispone de sueros y bebidas hidratantes suministradas por empresas patrocinadoras y que es su responsabilidad auditar la preparación de los alimentos antes de su ingesta.
El líder político y de Holocausto dice que muchos jugadores saben la situación, pero no dan la cara: "Nosotros lo hacemos porque no tenemos nada con el señor Paniagua y nos interesa es el Once Caldas".
LA PATRIA llamó a varios jugadores y les preguntó, pero dijeron que preferían guardar silencio porque en el mundo del fútbol "el camino es largo y culebrero".
Maturana lo citó
El 14 de noviembre pasado, cuando se fue del Club, Francisco Maturana habló de las payolas: "Tengo la tranquilidad de seguir como he seguido en mi vida, aprendiendo todos los días y acá sí aprendí, aprendí hasta vocabulario, una palabra nueva que es payola, averigüen qué es payola, yo no sabía, pero existe y a todo nivel".
Ese mismo día este diario habló con Maturana y el técnico chocoano explicó que cuando dijo eso lo dijo porque la barra del Once Caldas le venía haciendo señalamientos al "directivo Paniagua".
Enseguida mandó al Whatsapp los pantallazos de las redes sociales y una nueva frase: "Existe y el tiempo me dará razón, es una práctica (de unos) que solitos saldrán al aire y mire que ya en la red se dijo un nombre (los pantallazos citan a Paniagua)".
Juan Sebastián indica que habló con Tulio Mario Castrillón, presidente del Club, pero que no concretaron nada.
"Felipe Paniagua es un hombre que ha vivido del fútbol, ni como técnico, ni como jugador. Él tiene intereses en jugadores y sus amigos tienen intereses en jugadores y técnicos. Está en medio del negocio del fútbol. Respeto al profesor, pero es una lástima que se haya dado cuenta tan tarde de las cosas", concluye Gómez.
Otra persona que señala a Felipe Paniagua es Álvaro Andrés González, agente de jugadores. Dice que el coordinador de divisiones menores del Club le quitó a Óscar Estupiñán y a Luis Sinisterra, el primero ya en el fútbol de Bélgica y el segundo próximo a salir al exterior.
"Óscar Estupiñán me pidió una ayuda y le conseguí su primer contrato, tenía el poder para representarlo, pero desafortunadamente al jugador lo llamó Felipe, sin mi participación, y me lo quitó. No obró de buena fe y esa historia me la contó el mismo Estupiñán", dice González.
El caso de Sinisterra es el siguiente, según González: "Me lo trajeron de Cali gracias a su madre y a su tío. Lo recibí, lo alimenté, lo hospedé, pero Felipe siempre dilató su vinculación a la casa-hogar. De un día para otro el jugador regresó a su casa a Cali y a los ocho días volvió al equipo directamente, todo maquinado por Felipe Paniagua. No hubo ética o conducto regular".
Según González, esta historia la sabe Jaime Pineda: "Hablé con él en su oficina, se la conté y me dio la razón, pero los jugadores ya estaban inscritos y me habían sacado del negocio".
Sobre la denuncia que le hace Álvaro Andrés González, Paniagua dijo: "Eso es un señalamiento sin ningún sustento racional ni jurídico, toda vez que al señor Álvaro Andrés González no se le ha vulnerado ningún derecho en su condición de agente intermediario o representante de club aficionado. En su momento, González hizo las veces de agente de estos jugadores, habría que preguntarle a cada jugador por qué tomó la decisión de dar por terminado el vínculo con él. Recordemos que la normativa vigente prohíbe que personas naturales sean dueños de derechos deportivos y que adicionalmente faculta a los jugadores para cambiar de agente intermediario cada vez que lo decidan".
Agrega: "Para ilustración de los lectores, Óscar Estupiñán llegó al Club por un convenio directo entre el Once Caldas y la Escuela Sarmiento Lora, que siempre ejerció el control del jugador y que también autorizó su reciente transferencia, y Luis Fernando Sinisterra al momento de llegar al Club era menor de edad, por eso todo lo referente a su vinculación lo realizó y lo autorizó su madre".
Sin embargo, González aclara que reclama la representación sobre los jugadores y no derechos deportivos como lo dice Paniagua: "Estupiñán era mayor de edad y tenía firmada su representación. De Sinisterra no tengo documento, pero tenía el acuerdo con la familia y mantuve al jugador cinco meses en el hotel El Coliseo. Llegó por divisiones menores y luego me lo quitaron".
En el ámbito deportivo, la Federación Colombiana de Fútbol tiene reglamentada la representación de los futbolistas. En el artículo 5, que habla de contrato de representación, dice que cuando el deportista es menor de edad tendrá que tener el permiso de los padres de familia.
El Código Civil advierte que una persona, mientras sea menor de edad, tendrá que tener la representación de sus padres, además, el Ministerio de Trabajo y el Código laboral contemplan situaciones puntuales para que un menor pueda trabajar, pero siempre y cuando tenga la autorización de los padres y se le garantice el derecho a la educación.
"Eso es claro, es que el menor no tiene capacidad de decisión", explica Carlos González Puche, de Acolfutpro (Asociación de futbolistas profesionales".
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