Por efecto de la mayor acumulación de energía térmica, algunas líneas ya empezaron a producir con menos de un año de sembradas.
El café robusta, que se produce en Brasil, le dio un regalo genético a la variedad arábiga de Colombia que le permitirá no solo volver a las zonas bajas, por debajo de los mil metros sobre el nivel del mar, sino tener mayor productividad y resistencia a enfermedades como la roya.
La confirmación la hizo el gerente técnico del Centro Nacional de Investigaciones del Café (Cenicafé), Álvaro Gaitán Bustamante, quien resaltó los resultados de una investigación que iniciaron desde hace unos 30 años con el fin de tomar las características de la llamada especie coffea canéphora, más popularmente conocida como robusta o conilones, y de la coffea arábica, que se cultiva en este país.
Los avances
Según explicó el director, el trabajo se inició con la selección de un material genético en el que separaron las características que menos les gustaban de la robustas, en busca de mantener una identidad del arábigo. Entre ellas se buscó que no solo fuera resistente a la roya, sino que fuera más productiva, una virtud principal del grano de Brasil.
Sin embargo, en los diferentes ensayos se dieron cuenta de que al cultivarla en las zonas bajas hubo algunos materiales que mostraron mayor resistencia a las altas temperaturas. “Entonces ya tenemos unas líneas que tienen muy buena calidad de taza, alta productividad, resistencia a la roya, sumada a la característica de crecer muy bien en elevadas temperaturas. Es decir, en condiciones de altitud mucho más bajas que la que ha crecido el coffea arábica”, celebró.
También le puede interesar: Café en Caldas, a ganar más terreno: se fortalecen convenios para aumentar las áreas, estas son las cifras
Una venta de oportunidad

Según Gaitán Bustamante, esto les da una ventana de oportunidad para enfrentar la problemática del cambio climático, situación que hoy preocupa a los mercados internacionales, pues si la temperatura en el planeta sigue creciendo solo hay dos opciones para el café arábigo en Colombia: salirse de las zonas donde hoy están o seguir subiendo a la parte alta de la montaña, “cosa contraproducente, porque en Colombia, por lo menos, es donde tenemos todas las reservas de agua y los parques naturales”, planteó.
Bajo estas condiciones, Cenicafé ya comenzó a sembrar los nuevos materiales en diferentes sitios en el país, en esas zonas bajas y a preparar campos de producción de semilla. “Estamos evaluando un total de 18 líneas genéticas diferentes y algunos de esos materiales que sembramos este año ya están produciendo frutos, pues al estar en temperaturas más altas, el crecimiento es más rápido, sumado a la mayor productividad y la resistencia a la roya".
¿Para cuándo?
La meta es que para el 2027 se tengan listos los campos de producción de semilla y se termine todo el proceso de validación de esas líneas con el fin de entregar de manera masiva la nueva Variedad Umbral, nombre con el que se denominó a esta nueva especie, considerada como un trabajo disruptivo en el mundo, destacó Gaitán Bustamante.
"La investigación se adelanta con recursos de los caficultores de Colombia, pensando en cómo van a seguir teniendo materiales, sobre todo resistentes a la roya, que es lo que más preocupaba, pero ahora, con todas esas nuevas características de mejor calidad de taza, más productividad y resistencia a las altas temperaturas”, indicó.
También le puede interesar: Café, el mayor jalonador del crecimiento de la economía colombiana en el 2024
Las 18 líneas
Aunque hoy Cenicafé cuenta con las 18 líneas, es posible que en el camino se descarten algunas. “Pero siempre pensando en entregar una variedad compuesta, que es la estrategia de la Federación para tener variedades de largo aliento para que los caficultores estén tranquilos que las van a sembrar y por 20 años o más van a ser productivos”.
El logro, dijo, es que podrían soportar esas altas temperaturas, incluso en sitios más bajos, desde los 300 metros. “Sin embargo, hay que pensar también en que quizás en esos sitios mucho más bajos tengamos que combinar uso de sombríos y algún tipo de trabajo más agronómico para que la planta se sienta a gusto y pueda funcionar muy bien”.
El mayor logro, según el director técnico, es que esto abrirá la posibilidad de recuperar aquellos terrenos de las zonas bajas que se habían perdido, no solo por cambio climático, sino por el uso del suelo, el costo de la tierra, la disponibilidad de mano de obra y en algunos casos la presencia de la broca. "Además se podría entrar en unas zonas donde nunca se había tenido café arábiga, logrando con ello la opción de aumentar las áreas de café en el país".
Lea además: Café de Colombia: Huila se mantiene de líder en producción y Caldas ocupa el 5.º lugar, según la Federacafé
Recolección con máquinas
El gerente técnico destacó que dentro de esa nueva búsqueda también piensan en otros cambios, como hacer sistemas de producción donde puedan entrar con máquinas para ahorrarse los problemas de disponibilidad de mano de obra y costos de producción.
“Todo tiene que encajar en que tenemos variedades mucho más productivas, con mejor resistencia a las condiciones climáticas, pero también tener calles más amplias para que podamos usar mecanización y ganarle a todos estos problemas de disponibilidad de mano de obra que a vece se presenta en el país”.
También puede leer: Café de Colombia: Caldas sigue incrementando sus áreas en este cultivo y supera el 78% en renovación
¿Por qué el 2027?

El objetivo es terminar el ciclo de producción que ya se inició este año para tener por lo menos 3 años de datos de producción. Además el objetivo es entregarla en el cumpleaños 100 de la Federación de Cafeteros.
Nuevo director
Santiago Jaramillo, nuevo director de Cenicafé, sostuvo que la productividad y la rentabilidad del negocio cafetero está soportada en unas variedades de un alto potencial productivo, alta adaptabilidad a las condiciones particulares de la zona cafetera. Destacó que esto ha estado ligado a un manejo agronómico, soportado en ocho prácticas de manejo promovidas por la estrategia de "más agronomía, más productividad, más calidad".
“Cuando combinamos las mejores semillas con las mejores prácticas de manejo y de poscosecha, podemos garantizar que el café va a tener un alto potencial productivo, el negocio va a ser rentable, garantizando la calidad característica del café de Colombia”, dijo.
Jaramillo estaba en el cargo como investigador de la disciplina de fitotecnia de Cenicafé, donde cumplió 6 años. Anteriormente fue investigador del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) durante 13 años.
Le puede interesar además: La producción de café sigue por encima de los 14 millones de sacos entre mayo 2024 y abril 2025 en Colombia
Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.
Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.