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Se estima que cuando una familia hace un mercado con un precio superior a los $300 mil, se puede llevar entre 15 y 20 bolsas plásticas cada 15 días, como mínimo, cuando es bien empacado. Esto permite deducir que en promedio hay una demanda de hasta 480 bolsas al año por compras.
Estos son los cálculos que se hacen en los supermercados, y por esta razón varios empresarios comenzaron a adoptar la campaña Reembólsale al planeta, que promueve el Ministerio de Ambiente desde finales de abril.
Para empresas como 1A, Mercaldas, Olímpica y el Grupo Éxito, ya era hora de adoptar este tipo de medidas, pues una bolsa puede superar hasta los 20 años durante su proceso de degradación, según la Secretaría del Medioambiente.
Algunos empresarios también reconocen que se reducirán sus costos, pues se estima que la compra de bolsas plásticas les puede representar entre $1.200 millones y $1.500 millones al año.
Esto ha llevado a las grandes y pequeñas cadenas de mercados a convertirse en los primeros en apoyar la campaña, y ponerse metas de reducción en la oferta de bolsas, caso el grupo Éxito que estima reducir ese indicador en el 9% este año y fomentar el uso de bolsas reutilizables, acogidas hoy en día por solo el 7% de los colombianos.
Aunque los almacenes reconocen que no será fácil, son optimistas desde la campaña del uso racional de la bolsa plástica que se efectuó el pasado 29 de abril. Ese día, según algunos mercados, se redujo la oferta de bolsas en casi un 20%.
Enchuspados en el negocio
Otra cosa piensan los negocios, en especial las empresas que fabrican bolsas plásticas. Es el caso de Nelson Gálvez Betancur, representante de Almaplásticos, entidad que fabrica no solo para los supermercados, sino para tiendas, panaderías, pastelerías y distribuidoras.
"Nos cogió fuera de base. Vendemos bolsas pequeñas desde 3x3 centímetros hasta 30x30, incluyendo bolsas blancas y negras para la industria, el agro y el comercio en general. Tenemos bolsas para el maní, el arroz, los fríjoles y demás comestibles, por lo que es evidente que mermarán las ventas. Nunca nos asesoraron o nos educaron", asegura.
Su estimado es que de un stock de unas 500 mil bolsas que se producen como mínimo mensuales, unas 200 mil son menores a 30x30 centímetros, precisamente las que deben salir del mercado, afectando por lo menos el 40% sus ventas.
"Hemos pensado en las bolsas de papel, pero también tiene su complique por la tala de árboles, justo cuando estamos hablando de proteger el medioambiente", sostiene, al insistir que aunque no está en contra de la medida, para sus negocios sí se volvió una encrucijada.
Un concepto similar tiene el representante de Plásticos de Occidente, Freddy Loaiza, cuyos clientes principales son las tiendas y el comercio en general, enfocado en bolsas pequeñas. "Tengo seis empleados y si las ventas bajan, me tocará sacar por lo menos dos personas, pues la producción se bajaría a la mitad, de unas 500 mil bolsas mensuales a unas 250 mil".
En el negocio La Quesera, también temen por ese control. "El queso siempre está destilando, y por eso la pregunta es en qué bolsa vamos a empacar una libra de cuajada, por ejemplo", se pregunta la secretaria, Nelly Patricia Escobar.
No obstante, Diego González, secretario municipal del Medio Ambiente, recuerda que por el momento no se tienen planteadas medidas sancionatorias, pues el llamado inicial es a crear cultura ciudadana y desincentivar el uso de las bolsas plásticas, por debajo de los 30x30 centímetros.
Un apoyo al bolsillo
La pregunta de usuarios como Claudia Patricia Leguizamón es cuál será el beneficio o compensación que tendrán los usuarios. "Hay cadenas en que a usted ni le empacan ni le dan bolsas, pero la reducción de precios es significativa".
El ejemplo de ello es el manejo de almacenes como Ara, de la cadena portuguesa Jerónimo Martins o los almacenes D1, marca alemana.
Una pregunta similar se hacen empresarios como Germán Olarte, del grupo Siteco, quien entre sus empresas cuenta con plásticos Colplás.
Aunque hoy no está en el negocio de las bolsas para supermercados, asegura que debe fomentarse una cultura que genere conciencia sobre el daño que se ha generado por este tipo de elementos.
También sostiene que vale la pena ver cómo se revertirá esa cadena de beneficio en las empresas, pues si no van a gastar bolsas, es importante que se adopten incentivos para los consumidores.
Con él coincide la administradora del mercado 1A, Clemencia Barco, quien destaca que ahora la meta que tienen es cambiar los empaques por bolsas biodegradables.
Aunque los mercados grandes reconocen que todavía no tienen estrategias de reducción de precios, sí piensan en planes que hagan que el usuario reduzca el uso de las bolsas.
En el caso de Mercaldas, comenzaron a promocionar las reutilizables y tienen un plan de dar puntos al usuario, por medio de la tarjeta ganapuntos.
La estrategia del grupo Éxito es similar. Plantean que cada vez que un cliente de Éxito y Carulla lleve su empaque reutilizable, le entregarán 10 puntos extra, cada uno de ellos igual a $1, lo que les permitirá usarlos para toda sus compras.
Algunos usuarios no lo ven como un beneficio, pues para adquirir la bolsa reutilizable deberán redimir unos 2.500 puntos o comprarla en unos $3 mil.
La esperanza de la mayoría es aportar al planeta, pero también esperan educación, solución para sus empresas o precios bajos.
Para la Secretaría de Medio Ambiente, la opción de compensar al usuario quedará en manos de los mercados y expendedores, pero el primer incentivo es proteger el planeta y garantizar el futuro de las nuevas generaciones.
La frase
"Hay mucha gente que todavía no tiene la cultura de sacar las basuras en horarios autorizados, de no tirarlas a la calle, y no se dan cuenta de que el planeta es de todos, y hay que ponerle cuidado".
Diego González, secretario municipal del Medio Ambiente.
La resolución
La resolución 668 del 28 de abril establece un programa para que se haga un uso racional de las bolsas plásticas. Esta cuenta con tres aspectos fundamentales. El primer punto es sacar de circulación todo tipo de bolsas que tengan una medida inferior a los 30x30 centímetros. A partir del 30 de diciembre se adoptará la medida. Todas deberán ser más resistentes y además deben incluir un mensaje ambiental que invite a un consumo responsable. La norma hace referencia a almacenes de cadena, supermercados y establecimientos comerciales, principalmente. Aunque las tiendas están incluidas, la resolución apunta más a grandes cadenas.
No estarán obligados al programa de uso racional de bolsas plásticas los distribuidores que les cobren a los consumidores las bolsas plásticas, a precios del mercado y haciendo un reporte anual.
Las bolsas que se ponen en los dispensadores para los excrementos de mascotas no tendrán cambio.
Se calcula que un colombiano promedio usa 6 bolsas semanales, 24 al mes y 288 al año. Eso significa que son 22 mil 176 en una vida promedio de 77 años.
Impuesto por bolsas
El pasado martes el senador de la Alianza Verde Antonio Navarro radicó un proyecto de Ley que propone crear un impuesto de $150 por cada bolsa plástica que los consumidores reciban en los establecimientos comerciales. El objetivo es preservar el medio ambiente, De acuerdo con el senador, la administración del dinero recaudado estaría a cargo del Icetex y sería destinado a la inversión social del mismo, para becas y préstamos para programas de pregrado y posgrado.
1. ¿Cómo les parece la medida de reducir el uso o reutilizar las bolsas plásticas?
2. ¿Debería reflejarse este ahorro en el precio del producto?
* Marta Cortés: Es una buena medida, estamos en mora de hacerlo, pero son las empresas las que deben sustituirlas por bolsas ecológicas, sin que uno tenga que asumir un costo.
* Cindy Cruz: Es muy buena idea, porque las bolsas se demoran mucho para degradarse. Sin embargo, esto sí se tiene que reflejarse en reducir el precio de los productos.
* Claudia Patricia Leguizamón: Es importante apoyar al ambiente, pero se necesitan otras acciones, como el control a la minería, por ejemplo. Además, esto debe reflejarse en menores precios.
* Ana Milena Pinilla: Es importante, porque debemos fomentar la ecología, por eso no me gusta que me empaquen en bolsas. Sin embargo, esto sí se tiene que reflejar en incentivos y descuentos.
* Ana María Botero: Estoy de acuerdo, porque hay que ayudarle al planeta. Me parece importante que haya incentivos en precios y eso ayuda a tomar conciencia.
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