Él es Yokom quien permaneció desde el 2018 en el Bioparque Ukumarí de Pereira (Risaralda).

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Él es Yokom quien permaneció desde el 2018 en el Bioparque Ukumarí de Pereira (Risaralda).

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EFE | LA PATRIA | PEREIRA

Yoko, el último chimpancé que había bajo cuidado humano en el país, fue trasladado ayer al santuario brasileño de Sorocaba desde Pereira, a donde llegó al Bioparque Ukumarí en el 2018 tras haber permanecido en cautiverio durante más de tres décadas en condiciones adversas.

La decisión de su traslado fue tomada en el 2023 luego de que otros dos chimpancés, Pancho y Chita, se escaparan de Ukumarí y fueran sacrificados por la Policía, un caso que aún investigan las autoridades.

Tras muchos meses de trabajo con las autoridades brasileñas y luego de conseguir todos los permisos requeridos, Yoko, que tiene unos 40 años, emprendió el viaje a la que será su casa por el resto de su vida: Sorocaba, una ciudad brasileña que se ha convertido en un refugio para grandes primates que han sufrido “traumas” durante su paso por zoológicos y circos.

“La vida de Yoko ha sido trágica, siendo tan solo un bebé fue víctima de los traficantes de animales que lo llevaron a manos de un narcotraficante que lo tuvo varios años y lo sometió a un violento proceso de impronta”, expresó la senadora animalista Andrea Padilla, una de las personas que lideró el proceso de traslado.

La congresista, que hace parte del Partido Alianza Verde, relató que el narcotraficante “lo hizo dependiente del ser humano, le enseñaron a montar en bicicleta, lo vestían y lo sentaban frente al televisor, lo que eliminó cualquier posibilidad de que Yoko volviera a la vida en libertad”.

Agregó que “después de la muerte del narcotraficante, Yoko quedó a la deriva, fue hallado en un contenedor de basura, cayó en manos de un circo itinerante y cuando entraba a Venezuela fue devuelto a Colombia. Al final fue reubicado en un hogar de paso en Cali y finalmente la autoridad ambiental de Risaralda decidió ubicarlo en el Bioparque Ukumarí”.

 

En un mejor hábitat

El director de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder), Julio César Gómez, aseguró en una conferencia de prensa que muchas personas le han preguntado por qué se van a llevar a Yoko, pues en Ukumari vive en buenas condiciones y está bien cuidado.

“Mi respuesta fue clara: el error que cometemos los humanos es pensar que la fauna silvestre por el hecho de estar en condiciones de manutención adecuada en un lugar (...) La idea es que Yoko a partir de hoy empiece a sentirse como un chimpancé”, expresó.

El viaje fue cuidadosamente planeado y dura aproximadamente 18 horas, un trayecto en el que estará acompañado por un veterinario del Bioparque para garantizar su bienestar físico y emocional.

“Quiero agradecerle a los profesionales, a los cuidadores, a todos los que se enamoraron de Yoko, de su historia, le ayudaron a superar una cantidad de traumas que tenía y, obviamente, son ocho años que no se olvidan fácilmente. Pero hoy, aquí en el Bioparque, lo vamos a conmemorar siendo los mejores tenedores de cualquier especie que pueda venir a habitar en el Bioparque”, expresó el gerente de Ukumarí, Raúl Murillo.

Según un comunicado de la Alcaldía de Pereira, Yoko recibió atención especializada para tratar problemas de piel, afectaciones en su dentadura y otras secuelas derivadas de los más de 30 años que pasó en manos de narcotraficantes y circos.

 


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