Han pasado tres meses desde que desapareció el padre Darío Valencia Uribe en extrañas circunstancias.

A pesar de los anuncios de las autoridades, no han encontrado el cuerpo con o sin vida del padre, ni hay culpables por su desaparición. 

Miembros de la comunidad cercana a la parroquia María Auxiliadora, la cual presidía el párroco, siguen clamando a las autoridades premura en las investigaciones y resultados en el caso de Valencia. 

Por esa razón convocaron a una marcha llamada La marcha de los pañuelos blancos, que salía del coliseo Mayor de Pereira, cerca a la iglesia María Auxiliadora, hasta llegar al Palacio de Justicia, sede de la Fiscalía Regional, para de manera pacífica, preguntar en qué va el caso, cuáles son las novedades y los hallazgos que han encontrado en estos tres meses. 

Katherine Ortiz, feligrés de la parroquia señala que la ausencia del padre Darío ha dejado un vacío en la comunidad, en especial en los jóvenes a los cuales acostumbraba a aconsejar. "Era una persona muy espiritual que ayudaba a muchos jóvenes. Le hace mucha falta a las personas, a la familia, a los conocidos, a los amigos, a la comunidad de la iglesia". 

La marcha congregó a feligreses y a estudiantes del colegio La Inmaculada que se tomaron la carrera séptima con calle 35, para dirigirse caminando mientras alzaban plegarias y preguntas al aire, hasta llegar a la sede de la Fiscalía Regional en la calle 42b entre carreras séptima y octava. 

Allí se ubicaron, con pañuelos, banderas y camisas blancas con la cara del padre, para pedir justicia en el caso. Algunos de los asistentes llevaron fotografías del padre que levantaban mientras caminaban.

En el punto de concentración fueron liderados por la voz de José Norbey Gutiérrez Zuluaga, amigo cercano del padre desaparecido, quien desde el carro, y apoyado por la potencia de un micrófono, le preguntó al Fiscal sobre las demoras en la investigación, el silencio frente al caso, e hizo hincapié en la situación del sindicado. ¿Qué ha pasado con él? ¿Las pruebas no son suficientes para responsabilizarlo? 

Como se recordará, hay un sospechoso de la desaparición del sacerdote, quien permanece en París (Francia) en viaje de turista. No pudo ser capturado por las autoridades de ese país porque es solo un sindicado, no imputado.

Adriana Guzmán, otra feligrés que acompaña la marcha, dice que su presencia es para exigir, qué pasó con Darío Valencia, ya que no se han tenido resultados. “Es una marcha pacífica, solamente queremos que nos digan qué pasó con el padre Darío”.

Los asistentes continuaron levantando sus peticiones en las afueras del edificio de la Fiscalía hasta que decidieron continuar su protesta pacífica en el Parque de Banderas, donde se habían reunido empezando la mañana. 

Por su parte, la Diócesis de Pereira en un comunicado dijo que "Hace 90 días un Sacerdote de la Diócesis de Pereira sufrió el flagelo de su desaparición FORZADA, hoy una familia, una comunidad y en el seno de la Iglesia se sufre la incertidumbre de su ausencia", y finalizó señalando que "como Iglesia Diocesana seguimos con la tarea de mantener su memoria viva y nos resistimos y no nos resignamos a que este hermano, hijo y amigo pase a engrosar las frías estadísticas de ser un número más, hasta encontrarlo y esclarecer todo lo ocurrido". 

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