En la pasada administración, el canal público del Eje Cafetero, vivió un periodo de desorden contable y contractual que dejó millonarias pérdidas. Sin embargo, la actual administración implementa correctivos para garantizar la operación y recuperar la credibilidad.

El medio televisivo más importante de Caldas, Risaralda y Quindío, enfrenta una difícil situación financiera tras detectar graves fallas en el manejo contable y contractual entre 2020 y 2023.

El panorama, expuesto por sus actuales directivos, revela pérdidas acumuladas por más de $15.000 millones, además de la aparición reciente de deudas no registradas por cerca de $2.600 millones, lo que ha encendido las alertas en el canal.

Ángela Milena Sánchez, profesional en planeación del canal, explicó que una de las prioridades de la gerencia actual es retomar el control sobre los procesos comerciales. “Todo lo que se facture debe salir del área comercial del canal. No puede cualquiera ir a vender publicidad a nombre de Telecafé”, sostuvo.

Por su parte, Paula Franco, coordinadora administrativa y financiera, detalló que al iniciar 2024 la Junta Directiva aprobó una pérdida contable de $5.136 millones correspondiente al año anterior (2023). Sin embargo, tras revisar con mayor profundidad los estados financieros, encontraron pasivos sin registrar, lo que elevó la pérdida real a cerca de $15.000 millones.

“Esa cifra se ha notificado públicamente. El patrimonio del canal se redujo en más de $10.000 millones”, aseguró Franco. En medio de este diagnóstico, surgieron nuevos reclamos de proveedores.

“Recientemente varias empresas han llegado a solicitar pagos por contratos de 2022 y 2023 que no estaban contemplados en los pasivos. Solo hace un mes apareció uno por $1.000 millones, y otro proveedor reclama $1.600 millones más. Estamos revisando uno por uno”, explicó.

El descontrol era total, se advierte en la falta de registros

Desde el área legal y logística, José Johnson Gallego, líder de la línea complementaria de negocios, informó que en el pasado no existía un protocolo claro de legalización de contratos. 

“Con la nueva administración se creó un grupo interdisciplinario, en su mayoría abogados, que revisan cada expediente para verificar su legalidad”, afirmó.

Hoy todos los contratos están publicados en el SECOP, y se implementó un software que centraliza la información de proveedores para mitigar riesgos de corrupción.

Julián Mauricio Jara Morales, secretario general de Telecafé, explicó que parte de las demandas provienen de alianzas con entidades del orden nacional.

“Hay contratos que no fueron legalizados a tiempo, y ahora algunos aliados están cobrando sin que tengamos certeza de su ejecución completa. No podemos asumir pagos sin tener soporte documental, porque eso comprometería penal, fiscal y disciplinariamente a la administración actual”, dijo.

Frente a estos desafíos, la gerente Amanda Jaimes Mendoza aclara que la programación y la operación del canal no están en riesgo.

“Los recursos destinados a la misión del canal, como nómina y producción, están asegurados. Las utilidades actuales, por ejemplo, $600 millones generados en el primer trimestre de 2025, se están destinando exclusivamente al pago de pasivos”, explicó.

Además, se han creado nuevos controles financieros: “Hoy todos los convenios pasan por un comité de compras. Se hacen análisis financieros, tributarios y de utilidad para evitar pérdidas como las que encontramos en vigencias anteriores”, agregó Jara.

La señal es de pluralidad plena

Otro de los cambios significativos es la forma como se está manejando el componente político en los contenidos. Lizeth Hincapié, desde la dirección de producción, aseguró que el canal respeta la pluralidad y las normativas del calendario electoral.

“Nos regimos por las resoluciones de la Registraduría. Ningún candidato ha sido censurado. La suspensión reciente de una entrevista a Mauricio Lizcano fue una medida preventiva para evitar temas de proselitismo que nos generaran sanciones, no un acto de censura”, indicó.

En cuanto al estado actual de los activos del canal, la administración detectó procesos de depreciación acelerada que afectaron el valor contable de los equipos. “Muchos activos fueron dados de baja sin que se sepa su ubicación o utilidad real. Esto ya fue notificado a la Contraloría”, añadió Franco.

Aunque las secuelas del desorden anterior siguen apareciendo, la administración actual mantiene una estrategia enfocada en la transparencia, el control y la recuperación institucional. “El reto es que Telecafé vuelva a ser el canal de hace 20 años, que informaba con rigor y representaba con orgullo al Eje Cafetero”, concluyó Franco.

Las quejas y reparos los investiga la Contraloría

La Contraloría ya fue notificada sobre irregularidades en depreciación de activos. Algunos equipos fueron dados de baja sin trazabilidad.

Y para evitar posibles actos de corrupción, hoy todos los contratos de Telecafé están en el SECOP y pasan por comités de revisión que evalúan utilidad y legalidad para cerrarle el paso a la corrupción.