La Trampa: Estrellados y con estrella en el 2024
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Con estrella…

Espacio dedicado en este Día de los Inocentes a esos personajes que acostumbran a caer parados. No importa quién los acuse, las cosas que hagan tendrán a su favor el viento e inclusive resurgen de las cenizas cuando nadie da nada por ellos.

El campeón de esta lista es el exuribista, exsantista y ahora incondicional de Gustavo Petro, Armando Benedetti. Ni la procacidad de sus palabras ni el reconocimiento de que sabía de malos manejos de la campaña del ahora su jefe, ni la violencia intrafamiliar lo dejan sin puesto. Hasta reconociendo que está perdido por las adicciones encuentra puesto en la Casa de Nariño.

Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol y gerente de la campaña presidencial de Gustavo Petro. Investigado, señalado de manejos non sanctos en la campaña y hasta de favorecer al hijastro de Petro, pero cayó primero el ministro de Hacienda, quien lo denunció. Todos los favores para él.

Muchos le prenden velas como si fuera un santo, Nayib Bukele ha manejado con mano de hierro la seguridad de El Salvador y salió reelegido sin mayores aspavientos, aunque se amañaron unas cuantas cosas en cortes y Constitución. Las denuncias de entidades de derechos humanos por violaciones a estos principios fundamentales ni cosquillas le hacen. Sigue en el máximo de favorabilidad y muchos con ganas de imitarlo en otros países.

Parecía defenestrado, en su peor momento, pero los procesos penales en su contra solo fueron la vitrina para victimizarse y volver por la puerta de adelante a la Casa Blanca, la misma de la que no se quería ir hace cuatro años Donald Trump. La cosa fue tan grave que puso en vilo la democracia de su país, pero ahí está de vuelta contra todo pronóstico.

Luis Carlos Velásquez ya hace un año que se fue de la Gobernación de Caldas y ha tenido tiempo para vivir a sus anchas en Washington, para presentar un libro sobre vivienda, aunque de sus mil viviendas casi nada, de las carreteras que dejó contratadas se hace un concurso para saber cuál está peor en avance, pero no importa, camina su candidatura a la Cámara y nada de nada de las ías que lo toquen.

Cambió el poder judicial rompiendo la tradición de separación de poderes, ordena bombardeos indiscriminados contra población civil en Gaza, en Siria, en Líbano; aplastantes decisiones mayoritarias de la ONU condenan sus actos, lo investigan por corrupción en su país, pero Benjamin Netanyahu sigue ahí, como si nada lo tocara llevando a Israel a la más derechizante época de su corta historia.

y estrellados

Y en esta orilla, quienes dejaron de recibir los beneficios de la Divina Providencia y han entrado en mala racha. Los que no sobrevivieron a los escándalos, a los que les pasaron la cuenta de cobro por el primer error cometido o simplemente ya no pudieron engañar más a sus devotos.

Como a los técnicos de fútbol cuyos presidentes de equipo los ratifican en público para sacarlos dos días después en privado, le pasó al ministro de Hacienda Ricardo Bonilla con su jefe, Gustavo Petro. Pasaron menos de dos semanas de que lo defendiera por el escándalo de transar con congresistas, para que saliera por la puerta de atrás por denunciar posibles favorecimientos en Ecopetrol al adorado hijo de Verónica Alcocer.

La salida en falso de Joe Biden, presidente de Estados Unidos hasta el 20 de enero próximo, en el debate presidencial contra su rival republicano, Donald Trump, hizo recordar el peor momento de la candidatura de Richard Nixon contra John Kennedy en televisión. Las incoherencias de Biden se convirtieron en una tormenta que terminaron con su candidatura y con una crisis honda en el Partido Demócrata. Allí se empezó a cocinar el triunfo de Trump.

Bashar Al Asad se consideraba intocable. El apoyo de Irán, de Rusia y de Hezbolá lo mantenían a salvo en su país, lejos de los conflictos que se daban en el norte, pero en cuestión de días, la guerra cambió y tuvo que salir corriendo de su país para refugiarse en Moscú. El cambio parece llegar a Siria, pero no tanto como para pensar que se convertirá en un país moderno.

Sandra Ortiz, la exconsejera presidencial de Gustavo Petro, pasó Navidad y le llegará el Año Nuevo con orden de detención. Se encuentra recluida desde que un juez de la República la mandó a la cárcel mientras se investigan sus actuaciones en casos de corrupción. Ella ha dicho algunas cosas, pero necesitará probar más para demostrar que solo cumplía órdenes.

En la Universidad Nacional hubo crisis por cuenta de la elección de rector. Inicialmente el Consejo Superior nombró a José Ismael Peña en ese cargo y se posesionó como era debido, pero se desató una crisis que llevó a la para de la institución, a afectar el calendario académico y anunciar demandas de aquí para allá y de allá para acá. Sin embargo, a los días, en otra cuestionada decisión, el mismo Consejo Superior decidió cesar el nombramiento y en su lugar designó a Leopoldo Múnera. Todos pendientes de los resultados de las demandas.

Esta sí se estrelló de verdad. Una fiscal que volcó su carro en una madrugada reportó que tenía alcohol en su organismo. No fue la primera funcionaria de esta dependencia envuelta en semejante actitud. Se les olvida a veces a ciertos servidores públicos que dar ejemplo es parte de sus funciones. Supimos que… hubo llamado de atención colectivo para todos los fiscales de la Seccional de Caldas, para que no incurrieran en actos como estos.


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