Confieso que me haces tanta falta para decirme "todo va a estar bien" para escucharme sentada con tu taza de café.
Sonrío al descubrir tus mil maneras de quererme. Lloré porque tu voz ya no está en la casa, reí porque me amaste con todo tu ser, es una mezcla que me agarra el alma y rompe en cada esquina de mi ser. ¿Y cómo no?, si eras mi todo, ¿y cómo no?.
Carlos Eduardo Carmona Arias.