LA PATRIA| MANIZALES
$140 mil y una chaqueta costaron una vida. Pero no fue un atraco, se trata de lo que le habría pagado la estudiante universitaria Yéssica Katerin Aguirre Canchala a Hernán Ramírez Carvajal, alias la Lora, para que la matara el 26 de febrero del 2017, a eso de las 9.15 de la noche, dentro de la habitación 10 de la residencia Nuevo Milenio, carrera 21 Nº 17-34, de la capital de Caldas.
Este caso conmocionó al país y el responsable del crimen fue condenado a 33 años y cuatro meses de prisión. En días pasados, el Tribunal Superior de Manizales confirmó la sentencia, tras la apelación del defensor.
Sin embargo, sigue sin aclararse qué llevó a la joven estudiante de Enfermería en la Universidad Católica de esta ciudad a pagarle a alguien para que la degollara, pues ella fracasó en varios intentos.
Lo que se ha dicho es que la movió un lío sentimental, luego de conformar un triángulo amoroso con su novio y su suegro. La familia ha negado esto.
La investigación de la Fiscalía resultó contundente, pues se hallaron videos que detallaron el recorrido que hizo Yésica en compañía de la Lora, desde el Centro hasta la Galería, y se obtuvieron testimonios.
Se supo que la estudiante, en los días previos, investigó acerca de las formas de matarse. Un perito accedió al computador de la hoy occisa y descubrió que las búsquedas la llevaron a una mujer en la Galería, quien a su vez la contactó con la Lora.
Ingresaron a las 5:15 de la tarde a la habitación, donde el sujeto la degolló. Luego de cumplido el deseo de la occisa, la Lora salió abrigado con la chaqueta de la víctima, quien le dijo que la tomara como parte de pago. Dijo que iba a comprar aguardiente, pero no regresó al alojamiento. Los empleados del establecimiento fueron los primeros que descubrieron el cadáver al escuchar la ducha abierta, tocar a la puerta y no recibir respuesta.
El condenado gastó el dinero en una sala de juegos.
1. Medicina Legal. "La joven murió a causa de una hemorragia producida por una lesión de 10 centímetros de longitud y 2,5 de profundidad, realizada con arma blanca en el cuello. "Heridas producidas por un tercero. Sus manos permanecieron limpias, cuando debieron estar salpicadas de su propia sangre. Sin duda alguna no fue ella quien acabó con su existencia".
2. Condenado. Aceptó ser el acompañante de la joven, haber tratado de lesionarla en dos oportunidades, desistiendo de tal acto e irse con el arma blanca, debido al nerviosismo. "En el momento que me cogió la mano así (señala el cuello), se hizo dos veces con la mano mía apretada, yo de una vez se la solté y le dije que no, entonces ahí fue donde me expresó: 'usted no es una lora, sino una gallina En ese momento se mandó la navaja al cuello, como con rabia".
3. Tribunal. "No puede desconocerse, y de ello existe certeza plena, que la joven estaba decidida a acabar con su vida debido a los problemas personales que la mortificaban. Pero ello no es suficiente para justificar el actuar del acá acusado, quien pudo haber hecho caso omiso a la propuesta presentada por la desesperada muchacha. La acción y la omisión son dos formas distintas de ver la realidad. Pudo prestarle ayuda a Yéssica Katerin en procura de que desistiera del suicidio".
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