LA PATRIA | Manizales*

La sucesión del papa Francisco genera especulación en la Iglesia católica. A diferencia de lo que se podría creer, no existe un segundo al mando en el Vaticano, si bien el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, desempeña funciones cruciales en el mantenimiento del funcionamiento de la institución.

Para destacar, un dato clave en el marco del cubrimiento de esta noticia: Francisco hace aproximadamente 13 años redactó una carta de renuncia, pero solo para casos de grave afectación a su salud.

De acuerdo con Alejandro Castaño, doctor en Derecho y Filosofía y profesor de Derecho Canónico en la Fundación Universitaria del Área Andina (Areandina) sede Bogotá, en cuanto a los posibles sucesores, existen dos líneas principales de pensamiento:

1. “Una más conservadora, con el cardenal Robert Sarah, de Guinea (79 años), como figura destacada".
2. "Otra más liberal, en la que el cardenal Matteo Zuppi, conocido por su apertura en sus concepciones doctrinales, es candidato”.

No obstante, la influencia de factores externos en la elección, como la posición del cardenal Raymond Burke sobre temas como el matrimonio homosexual y la tradición de la Iglesia, también juegan un rol significativo.

Asimismo, agrega Castaño, “hay que tener en cuenta que algunos candidatos podrían estar limitados por el límite de edad de 80 años, que, sin embargo, no limita necesariamente su influencia, como es el caso del cardenal Christoph Schönborn, una figura influyente en la catequesis”.

En conclusión, el futuro pontífice enfrentará retos significativos.

De acuerdo con Castaño, el llamado para estos tiempos es a la unidad, enfatizando los derechos humanos y la justicia global. “Además, se anticipa un necesario diálogo entre la doctrina y la tradición de la Iglesia y los avances científicos, incluyendo la inteligencia artificial, para definir la posición del ser humano en el contexto de la existencia y el cuidado del hombre y de la Tierra”, concluye.

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Las características que debe tener el próximo papa

El profesor Alejandro Castaño divide las características del próximo obispo de Roma en tres partes:

1. Un hombre con la visión para mostrar la finalidad de la existencia, los fines que son loables de defender para la humanidad en general.
2. Una persona capaz de fundamentar una identidad sólida de la persona humana frente a retos como la inteligencia artificial y la supuesta titularidad de los derechos de entidades como los robots.
3. Un gran comunicador que demuestre la pertinencia del amor.

"Eso querrá decir entonces que la ética, como producto de la razón necesaria para garantizar la supervivencia de la especie humana y del planeta, deberá ser una ética universal, que permita una mejor toma de decisiones. Adicionalmente, debe poder unir el diálogo entre ciencia y tradición, es decir, recuperar la idea de la ley natural frente a los nuevos avances de la biotecnología", expone.

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*Con información de Areandina.

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