Piensa mal y acertarás
Esta maquiavélica fórmula es muy apropiada para juzgar críticamente el alboroto mediático y callejero que hay en torno a la reforma laboral. Haber sido empleado estatal y ser pensionado no me impiden pensar que una revolucionaria reforma laboral solo es aquella que permite que los desempleados dejen de serlo y no tengan que emigrar a España, Canadá u otros países a desempeñar oficios que sus nacionales desprecian, o a emplearse en cualquier país latinoamericano como cobradores del gota gota. Revolucionaria sería una reforma que garantizara a los trabajadores informales un ingreso vital mínimo y asistencia social digna. Pero ni lo uno ni lo otro son posibles si el pequeño, mediano o gran empresario que se aventura a crear riqueza carece de respaldo estatal, o si, en el caso de salir a flote, es presa de voraces y envenenadas reformas tributarias.
La tan publicitada reforma laboral está ideológicamente dirigida a consolidar un sector de la sociedad que siempre ha sido utilizado como palanca para subir y sostener gobiernos o como garrote para desestabilizarlos. Hablo del sector de los empleados, en particular de algunos estatales, que cada vez parecen constituir una nueva y privilegiada clase social.
No es malo gozar de beneficios, pero es indignante que se celebre la ventaja de algunos como si se tratara de un triunfo de todos. Y esto es más cuestionable cuando se trata de ventajas obtenidas mediante tácitos intercambios estratégicos (tu sindicato me presta apoyo político en las calles y en los medios, y yo te devuelvo garantías y mejores ingresos, los demás que se las arreglen como puedan). La historia de Colombia es rica en ejemplos de esta índole, con ciertos gremios que gozan hasta de primas de aburrimiento; mientras que a los demás productores de la riqueza: los obreros que sólo tienen trabajos temporales, los profesionales que ocasionalmente obtienen trabajos como contratistas, los emprendedores son ignorados por hacer parte del sector privado.
Fácil es denigrar de los privados y satanizar el término negocio cuando se vive en la comodidad del aparato burocrático, sobre todo del estatal. Según el Banco de la República, la reforma laboral desestimulará la creación de nuevos empleos, porque la capacidad de los pequeños y medianos empresarios no es tan elástica como la demagogia oficial.
Un ciudadano.


Religiosidad auténtica
Soy católico practicante. Estudié para el sacerdocio, no concluí. Fui profesor de religión en colegios confesionales católicos. Diplomado en teología en la Universidad Javeriana. Me sorprendí algún día afirmando: “La auténtica religión es la humanidad, su proceso la humanización, pasar de condiciones menos humanas a más humanas, de esclavitud a libertad, del odio al amor, de la violencia a la paz”. Siento respeto por cualquier creencia religiosa y también por el ateísmo, pues el ateo es un ser humano. Afirmo: “Lo humano es criterio de validez de cualquier religiosidad”.
En el canal ID vi documentales sobre experiencias religiosas. 1974: El predicador Jim Jones, en Jonestown, Guyana, compró al gobierno 12 km2 y transfirió ahí la iglesia “templo del pueblo” desde EE. UU. Sus integrantes se dedicaban al trabajo agrícola para subsistir. Era inminente la segunda venida de Cristo para destruir el capitalismo que era el anticristo. Los hijos eran arrebatados a sus padres para darles una formación especial. Se castigaba el intento de dejar la comunidad.
En 1978, el congresista norteamericano Leo Ryan viajó a Guyana para atender las quejas de maltrato, tortura, manipulación, explotación laboral, abusos sexuales. Jones organizó una ceremonia especial para atender a Ryan. Dijo: “Aquí hay gente que cree que esto es lo mejor que le haya pasado en la vida”. Gritos y aplausos. Pero a la mañana siguiente varias familias le expresaron a Ryan su deseo de irse y volver a EE. UU. Este les apoyó, consiguió un avión, pero cuando estaban subiendo fueron baleados por orden de Jones.
Murió el congresista, varias personas. Una madre y su hija alcanzaron a huir por entre el bosque. A la mañana siguiente, por motivación de Jones, se suicidaron 926 personas, tomando una bebida con cianuro. Otro documental muestra al pastor viviendo en poligamia con mujeres entre 8 y 25 años. “La poligamia es aceptada en la Biblia y la edad es la pubertad para poder acceder al matrimonio”, dice el pastor. Y hay un documental que muestra los castigos físicos dados a jóvenes que no querían practicar las creencias. Si una religiosidad tiene aspectos antihumanos no es auténtica ni válida.
Alirio de los Ríos Flórez


Está caótico el problema de la salud en Colombia
El presidente, Gustavo Petro, a quien vemos a diario en sus intervenciones portando un lápiz, debe anotar y tener en cuenta que el problema de la salud se tornó caótico y somos millones los pacientes a quienes las EPS no les suministran los medicamentos y muchos los casos en que no autorizan controles rápidos con médicos especialistas.
Ante la falta de medicamentos en los dispensarios, los estamos comprando; también debemos sufragar la atención urgente y hasta exámenes de laboratorio y otros procedimientos; por lógica, estamos afectando nuestros ingresos. Vamos a estar pendientes para saber si el DANE, que todo lo registra, informa sobre el nuevo rubro de estos gastos en los hogares de las familias colombianas.
Lo más lamentable es que un paciente sin el suministro de medicamentos ni atención pronta de un especialista puede morir. Valga la pena aseverar que el problema no es de los médicos, ni del personal que labora con dedicación, decoro y profesionalismo en el sistema de salud en Colombia; el caos se debe a la lamentable expresión del chu, chu, chú del presidente Petro para acabar con las EPS. Si el Gobierno destina los recursos económicos que debe a las EPS, el servicio podrá normalizarse.
Existen congestiones de pacientes en las EPS e IPS y en urgencias la situación es mucho más delicada.
Lo que ha ocurrido es que el presidente, Gustavo Petro, prometió mucho y ahora es muy difícil que en los pocos meses que le quedan de Gobierno logre lo prometido.
Jorge Enrique Giraldo Acevedo

Debe brillar la cordura en las relaciones internacionales
Señor director:

Las buenas relaciones de Colombia con todos los estados deben ser siempre armónicas. Las relaciones con Estados Unidos no se pueden poner en jaque mate. Son dos siglos de entendimiento. La crisis en que estamos con ellos se tiene que conducir con prudencia. Actuar con imprudencia, manda a la basura café, flores, banano .... entre otros renglones de exportación, que sumó en el 2024 más de 14 mil millones de dólares. El daño sería brutal. Tenemos que ser pragmáticos. Tiene que brillar la cordura en las relaciones internacionales. No podemos atentar contra la generación de divisas y el empleo, que alimentan vigorosamente las exportaciones supradichas.
Rogelio Vallejo Obando

La crítica y la envidia
Señor director:

Reza un adagio popular: Cada quien da de lo que tiene. Esta frase que todos la escuchamos sigue vigente. En todos los ámbitos existen los famosos sirirí que pertenecen a una importante familia de aves que habita principalmente la región tropical de América: tyrannus melancholicus. Es conocido como “atrapamoscas”, debido a que gran parte de su dieta alimenticia se basa en este tipo de insectos.
Los atrapamoscas o siriríes también se encuentran entre los seres humanos, cuando nos dedicamos a estar realizando señalamientos, como se dice a perjudicar el buen nombre de las personas sin dar fórmulas de solución ni edificar, alimentando el resentimiento.
Mientras tanto, el veneno y la envidia recaen sobre quien los produce, impidiéndole fortalecerse en sus sueños y que sus proyectos se cristalicen, pero quien recibe la crítica mordaz irracional e inconcebible vuela a lo más alto logrando sus éxitos y triunfos.
Así que es mejor dejar de ser siriríes y atrapamoscas, lo cual libera el espíritu y el alma para vivir con bienestar y armonía.
Alvaro Alzate Ussma
 

El torniquete
Señor director:

El presidente Petro, aprobadas varias de sus reformas, sigue sembrando cizaña, atizando el fuego del odio y de la lucha de clases, dividiendo al país entre buenos y malos, insultando a los oponentes a pesar del compromiso que firmó para moderar el lenguaje. Lo que tiene que hacer es gobernar, ejecutar las reformas aprobadas y no seguir en campaña política. Como orador no lo hace mal, es elocuente; como profesor es didáctico y pedagógico. Pero necesitamos otro estilo, no el del torniquete. Ni el del pirómano.
Ciudadano 

Lenguaje procaz
Señor director:

En nuestro diario vivir hemos notado unos cambios en el lenguaje, que no sé si obedecen a un avance en nuestra manera de comunicarnos o es simplemente un visible retroceso. Los ejemplos abundan y lo más delicado y criticable del asunto es que el denominado lenguaje procaz es utilizado frecuentemente por nuestra juventud.
Ya no se saluda con respeto como antes, sino que se utilizan palabras groseras y grotescas para dirigirse a cualquier ciudadano del común. Y lo mismo ocurre en escuelas y colegios. Es decir, todo ha cambiado para mal y eso que no nos referimos al manejo político del asunto.
No es solo bajar el tono, como se está proponiendo, sino moderar el lenguaje y tratarnos con respeto acordándonos de que así lo hacíamos antes de tanta modernidad.
Bernardo Molina Marulanda

Así es muy fácil
Señor director:

La valorización es una forma de financiar obras para embellecer la ciudad, para dar comodidad a sus habitantes, para crear bienestar y muchas, muchas más razones, pero, también hay que tener sentido común, mesura, consideración y respeto por los contribuyentes evaluando y analizando su capacidad de pago, que corresponde a los ingresos versus egresos, para poder vivir con alguna relativa dignidad.
La pobreza no está en las fachadas, vive y actúa dentro de las casas, que llamamos hogares. Existen sectores con perfiles de ricos por sus diseños arquitectónicos o son tradicionalmente habitados por familias de buen vivir; pero, una cosa son las apariencias y otra son las realidades y los seres humanos somos muy amigos de los maquillajes y tenemos razón, a nadie nos gusta ser pobre o que nos digan pobres.
Es fácil programar desde un pupitre obras que crezcan y engrandezcan la ciudad, es muy fácil imaginar el desarrollo de la ciudad con la plata ajena. Los administradores tenemos una palabra infaltable en nuestro diario planear: prioridades. Asimismo, se tiene muy en cuenta los indicadores de... Un ejemplo de indicadores del deterioro económico es el cierre de instituciones educativas que vivieron y florecieron tantos años en la ciudad y fueron desapareciendo paulatinamente por falta de estudiantes (Los Ángeles, LANS femenino, Divina Providencia).
Una cosa es ver desde la calle sectores bien presentados, con construcciones bonitas y al parecer cómodas, y otra es entrar a la intimidad para apreciar la realidad económica de las familias. Somos una sociedad arribista, con ínfulas de ricos. Cuando se habla de prioridades nos referimos a hechos tangibles que son verificables; calles y andenes fracturados, desbaratados, maltratados por el diario trajín de carros pesados como es el caso de la calle 50 de la Primavera a San Jorge.
Sí, es entendible que cada alcalde quiera dejar huellas de su paso como administrador de la ciudad, pero, ¿qué tal si se administra mejor lo que ya existe? Los parques a duras penas se podan, no se renuevan con jardines vistosos y atractivos, las basuras nos pintaron la cara. Se requieren campañas que formen verdaderos ciudadanos, que amemos la ciudad, que nos sintamos orgullosos de ella no por sus obras faraónicas, sino por lo nimio y elemental. Lo que se aprende de niño, se practica de adulto.
Antes de querer, hay que poder. Se requiere mesura, talento y sindéresis para identificar prioridades, poner cargas impositivas que puedan crear malestar por tener que atender pagos por obras que ni nos van a beneficiar dejando de lado las necesidades básicas de sobrevivencia. Lo pequeño se hace grande sin atosigar al pueblo, que es el paga.
Elceario de J. Arias Aristizábal

Traicionados por el autócrata
Señor director:
Muchos votamos por el doctor Petro porque nos parecía “menos pior” que el viejito Rodolfo y que “el águila descalza” (Fico), pero ahora nos sentimos engañados y traicionados por el presidente. Él se ha quejado más de una vez de sus ministros y altos colaboradores, en unos casos con razón, en otros sin ella. Parece un tirano autoritario, un reyezuelo, un sátrapa. Sus ideas y programas son progresistas y benéficos, pero los métodos y procedimientos se acercan a los del fascismo. ¡Qué retórica más elocuente, pero tan insultante, despreciativa y confrontadora!
“Compadezcámonos mutuamente del pueblo que obedece y del hombre que manda solo” (Bolívar, al asumir la dictadura de la Gran Colombia en 1828).
Ciudadano

Felicitaciones para Herragro en sus 65
Señor director:
Quiero enviar por este medio un mensaje de felicitación a la empresa Herragro por sus 65 años de estar forjando esperanzas para los trabajadores y desarrollo para la ciudad de Manizales. Tuve la suerte de pertenecer a esta gran familia por espacio de 44 años, en los cuales pude desarrollarme como persona y padre de familia . Bendiciones para todos.
Julio César Flor.

De dientes para afuera
Señor director:
Fue el compromiso que el presidente Petro firmó hace unos días con las cabezas de las instituciones del Estado y la cúpula del episcopado nacional. La voluntad de cumplirlo le duró menos de lo que dura un “suspiro” o merengue en la puerta de una escuela. Sigue insultando a diestra (a la oposición) y siniestra (a sus propios ministros y colaboradores), y empleando una retórica de odio.
Lector

Embajadores obreros
Señor director:

El presidente Petro le ordenó a la entonces canciller Laura Sarabia abrir la posibilidad para que los obreros pudieran ser designados embajadores. Los países que los recibirían ¿sí darían su beneplácito? Puede que esta bizarra iniciativa se aplique con éxito en uno o dos casos, pero una sola golondrina no hace verano. El presidente está demostrando que el sentido común es el menos común de los sentidos. “The right man in the right place”, el hombre preciso en el puesto adecuado.
Ciudadano

¡Ojo!
Señor director:

¡Cómo cambia el lenguaje! Se transforma, evoluciona e involuciona.
Ahora dice la gente: ¡Ojo CON eso! Antes decíamos: ¡Ojo A eso! La actual es incorrecta según la Gramática, la correcta es la vieja.
Cuando niños nos preguntaban por los colores de la bandera colombiana; respondíamos: Amarillo, azul y rojo. Nos comentaban: ¡Colorao tengüestiojo!
Don Cecilio

La desinformación del caso Uribe
Señor director:

El pasado 14 de julio el señor Luis Felipe Henao, en su columna de El Tiempo, hace mención al juicio contra Álvaro Uribe. Inicia diciendo que el expresidente es juzgado por un acto de soborno sobre tres testigos y nada más, obviando que de este suceso se desprenden tres cargos penales como son soborno a testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal; este detalle hubiese sido relevante aclararlo, considerando la forma en que demerita las pruebas de la Fiscalía.
Menciona los “endebles testimonios” presentados por la Fiscalía, la declaración de la esposa de Monsalve en que, dice Henao, deja claro que se tendió una trampa para incriminar a Cadena, cosa absolutamente falsa y que no se puede determinar desde dicha declaración; finalmente, indica que Uribe nunca da orden concreta de llevar a cabo un soborno, además de no haber dádivas de por medio, por lo que no se puede considerar como tal la intervención de Cadena con varios testigos.
Pero, parece que al señor Henao se le olvidó mencionar los múltiples pagos de Cadena a Carlos Enrique Vélez o la revisión judicial gratuita ofrecida por el mismo personaje a Monsalve a cambio de retractarse, cosas que pueden ser interpretadas como las dádivas de las que carecen las pruebas según Henao; también omite que en las grabaciones del reloj espía la conversación se sostiene alrededor de beneficios jurídicos para la retractación de Monsalve, cosa que efectivamente determina soborno; por último, la figura del “determinador” no requiere una orden directa, sino la instigación al acto con la que sí se puede ver involucrado Álvaro Uribe.
Por lo tanto, es impresentable que, aún a vísperas de que el expresidente quede absuelto por vencimiento de términos, exista tal desinformación de Luis Felipe Henao, que quiere defender a un hombre cuando menos polémico en Colombia, a costas de la omisión y tergiversación de información para sus lectores, que va en contra de los principios que deberían regir en los medios de comunicación.
Mauricio Villada Cardona

Deudas pendientes de la reforma laboral
Recientemente fue sancionada como ley de la República la reforma laboral, que atravesó por una alta polémica, con pros y contras, por diversos estamentos de la sociedad colombiana. Si bien es loable la reivindicación de los derechos laborales que se habían perdido, en gran parte, a partir de la paradójica contrarreforma laboral del 2002, vale la pena considerar algunos aspectos paralelos.
La reducción de la jornada laboral a 44 horas semanales, a partir de este mes de julio, y progresivamente a 42 horas, que quizás busca un sano equilibrio entre vida laboral y personal, pero será un momento para demostrar que la productividad no debe estar ligada a las horas laboradas, más bien a resultados, logro de objetivos y aproximándonos a las jornadas laborales semanales alrededor de las 40 horas de potencias mundiales como Estados Unidos, Alemania, Japón y España, que ostentan, sin duda, condiciones socioeconómicas muy distintas a las nuestras.
Sin embargo, continúa sin saldarse una deuda histórica: La dichosa “formalización laboral” que, recordemos, sigue siendo un problema significativo en el 2025. La tasa de informalidad se mantuvo
en 56,8% en el trimestre febrero-abril, según el DANE. Significa que más de la mitad de los trabajadores colombianos trabajan en la informalidad, sin acceso a beneficios laborales ni seguridad social. La tasa de informalidad laboral en Colombia ha aumentado en los últimos meses, alcanzando
niveles similares a los observados durante la pandemia. Dicha tendencia es evidenciada, entre otras cosas, con una mayor ocupación del espacio público a través de las ventas informales. Es decir, en Colombia hay 23.7 millones de trabajadores, de los cuales 13.4 millones están en la informalidad. En otras palabras, de cada 10 empleos, 6 son informales.
No puede desconocerse que la reforma laboral y, de manera preocupante, no realiza una diferenciación entre el tamaño de las empresas. Cobija, sin importar esta condición, a todo tipo de empresas, sin olvidar que hay aproximadamente 1.74 millones de empresas activas, de las cuales más del 99% son micro, pequeñas y medianas (Mipymes), que generan el 79% del empleo y contribuyen con cerca del 40% del PIB anual.
Esas Mipymes, que son el esfuerzo del diseñador gráfico que decidió independizarse, la visión de la
repostera que transformó su receta familiar en un emprendimiento o la familia que le apostó a montar una distribuidora, ahora se preguntan: ¿quién podrá defendernos? Mientras tanto, contratistas del Estado (de los cuales 2.5 millones de personas trabajan con un contrato por prestación de servicios en el sector público) estarán expectantes porque se privilegie el contrato a término indefinido y se salde también su deuda.
Juan Felipe Orjuela Álvarez
 

“Monseñor José Miguel, bájele al ego”
Señor director:

La reciente publicación de Álvaro Alzate deja mucho qué decir de un obispo al que se le quiere cercano, amable, cordial, que camine con los pobres. Que los sacerdotes le tengan miedo a su obispo deja entrever un dirigente encerrado en sí mismo, sin deseos de dialogar, con la verdad a cuestas y por ende, con la tentación del fanatismo. Para evitar estos problemas que tienden a dividir la Iglesia, basta con tener sencillez y humor, bajarle al ego y entrar en diálogo con el mundo.
No es cuestión de creerse portador de la verdad y refutar todo, sino de entrar en dinámicas de reconciliación y paz. Ojalá este llamado de atención sea un principio de cambio personal.
Juan Benito Alzate

Comunicado del Arzobispo de Manizales
Señor director:

A raíz de la publicación que hice en el importante diario La Patria recientemente sobre algunas inconformidades de sacerdotes con el arzobispo, José Miguel Gómez Rodríguez, el prelado se pronunció con el siguiente comunicado, en un acto de bondad, nobleza y humildad, lo cual lo exalta en su grandeza como Pastor:
“ ¡Muy buen día para todos!
Me complace saludarlos desde la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. Estamos reflexionando sobre la virtud de la esperanza en medio de las situaciones nacionales, diocesanas, pastorales y personales que nos conciernen. En ese contexto hemos reflexionado también sobre nuestra existencia y nuestro ministerio, tanto el de ustedes como el del obispo, valorando enormemente lo que ustedes son y su servicio precioso al pueblo de Dios.
Les escribo de manera especial para decirles que soy consciente de las olas que, desde ayer y en el día de hoy, tratan de agitar el mar por el que navega la barca de la Iglesia. Los invito a vivir este momento con los ojos fijos en Jesús, verdadero y único motivo definitivo de esperanza, quien calma todos los mares agitados. En momentos como este, tenemos que depositar toda nuestra confianza en Dios y evitar cualquier tentación de confrontaciones o de desánimos. Seguimos adelante, queriéndonos unos a otros, ayudándonos los unos a los otros y procurando, todos, dar los pasos de conversión necesarios para responder con fidelidad y entusiasmo a la vocación con la que el Señor nos ha sorprendido.
Cada uno de ustedes es para mí el mejor amigo, el compañero de camino y, como dice San Pablo, “mi joya y mi corona”. Aprovecho la ocasión para agradecerles su valiosa indulgencia para con mis fragilidades y limitaciones tan evidentes, así como para pedirles perdón por mis errores y desaciertos en nuestra relación. Los invito, con toda confianza, a que ustedes mismos abran los espacios que consideren necesarios o importantes. Siempre estoy a su servicio y los espero con afecto fraternal y paternal. Todos saben que, entre la solicitud de un encuentro y la realización del mismo nunca transcurren más de ocho días.
La Inmaculada Madre, que guardó todas las cosas de Jesús en su corazón, nos enseñe a mantener su presencia y a vivir con infinita discreción momentos en los cuales se requiere que la Iglesia, a la que amamos hasta querer dar nuestra vida por ella, no sea lastimada.
Demos testimonio de alegría en el ministerio que ejercemos cada día, esforcémonos por estar muy cercanos a nuestra gente, serviciales, piadosos, caritativos, etc., que el resto lo hará, sin lugar a dudas, aquella quien amamos: el Pastor de los pastores.
Con mi bendición y afecto, en Cristo, José Miguel”.
Alvaro Alzate Ussma
 

¿A quiénes estamos enriqueciendo?
Señor director:

A varias empresas privadas, sociedades y hasta particulares que tienen el enorme privilegio de manejar las entidades prestadores de servicios públicos en el país. Los ejemplos son muy simples. A una familia de estrato 4 o menos le aplican una astronómica suma por recogerle una bolsita de basura semanal. Igual pasa con el gas domiciliario, el teléfono, la televisión, el internet, el agua, la energía eléctrica; bienes que son nuestros, pero que por esas cosas de la política y de las leyes se los han entregado a particulares para su explotación. No hay caridad, ni claridad, en estos temas cuando el propio Gobierno dice que no tiene competencia para ordenar rebajas en tan escandalosas tarifas. Estamos enriqueciendo a unos pocos, mientras la mayoría de la gente deja de comer y paga a tiempo las facturas frente a la amenaza de que le van a cortar tales servicios. Con toda razón dicen que nuestra amada Colombia es uno de los países más desiguales del mundo.
Bernardo Molina Marulanda