Observaciones al Hospital Infantil
Señor director:

En reciente visita al Hospital Infantil para utilizar servicios de radiología he observado, en calidad de arquitecto, algunos aspectos que de acuerdo a normas para entidades públicas causan preocupación. El Hospital Infantil, tan querido por todos los manizaleños y la región, tiene un solo acceso de aproximadamente de 2.50 de ancho que dada su función está diariamente utilizado por todos sus usuarios que no son pocos.
Dicho acceso tiene una puerta de vidrio templado a 2 naves y solo permanece una de ellas abierta y la otra cerrada. El área de la nave cerrada y un mueble mostrador colocado pegado a la nave de la puerta reducen el acceso a la mitad del espacio de 2.50. Allí se aglomeran quienes requieren información, están en tratamiento o buscan servicios de toda índole. Los edificios públicos deben estar con el acceso libre de todo obstáculo, más los nuestros, tan propensos a calamidades con temblores, terremotos, explosiones o inundaciones que producen estampidas multitudinarias hacia la calle.
Un edificio de este tamaño, con tal cantidad de usuarios, con un acceso bloqueado al 50% de su área, por un mostrador pegado a la puerta, es la suma del absurdo para momentos críticos. Resalta más esta situación anómala en cuanto a que está vinculada la Cruz Roja, que maneja todo lo que es prevención y atención de desastres y situaciones extremas, y tienen el peligro en la puerta.
Las normas para evacuación de edificios públicos determinan que la circulación debe estar completamente despejada de obstáculos y abrir hacia afuera para casos de emergencias, de las cuales no estamos exentos en este medio. Todo lo aquí descrito fue expresado en un buzón de quejas, sugerencias y reclamos sin que se tuvieran en cuenta. Puede más la arrogancia que la lógica.
Los hospitales, también por norma, deben estar alejados a prudente distancia de las vías arterias como lo es la avenida Santander. En este caso el retiro, en lugar de ser una amable plazoleta de acceso y circulación para tan alto número de usuarios, está destinado a parqueaderos que dificulta en grado sumo la función de acceso cómodo y normal al hospital. Los usuarios permanecen entre vehículo y vehículo sentados en el andén, produciendo una imagen absurda a los ojos de transeúntes y vehículos que cruzan por la avenida. Un mínimo de comodidad para los que deben esperar forzosamente, porque no los dejan ingresar, es necesario para remediar tamaño espectáculo. Conozco muchos establecimientos de esta índole y todos tienen un mínimo de comodidad para quienes necesariamente tienen que acudir allí.
Arq. Benjamín Patiño Toro

Responde el Hospital Infantil
Señor director:

Hemos recibido copia de la carta enviada por el arquitecto Benjamín Patiño Toro, quien fue atendido en su momento por nuestra funcionaria de Calidad, quien tomó nota de su manifestación, la cual motivó una acción de mejora en nuestra institución. Es así como estamos rediseñando un espacio para reubicar el escritorio que obstaculiza el adecuado funcionamiento de la salida, que esperamos quede libre en un breve tiempo.
Seguiremos trabajando en brindarles los mejores servicios y comodidades a todos nuestros usuarios y agradecemos al arquitecto sus recomendaciones y manifestaciones de afecto para nuestro Hospital.
Juan Carlos Gómez Muñoz, 
gerente del Hospital Infantil.

Equivocarse es de humanos 

Señor director:

Los seres humanos, en nuestra lucha por la supervivencia, hemos dedicado nuestros esfuerzos a satisfacer nuestras necesidades básicas, fundamentalmente el hambre. Dotados de razonamiento, podemos pensar, amar, soñar, imaginar, crear, curiosear y retornar al pasado. En este sentido, la memoria juega un papel crucial para rescatar nuestra historia, apuntalarnos en el ahora y construir el futuro. Los errores, los problemas emocionales, los bloqueos, los temores, las dudas y los miedos quedan al descubierto cuando accedemos a ese paquete de recuerdos. 

Daniel Pink, un reconocido pensador contemporáneo, ha estudiado por más de dos décadas el comportamiento humano. En su libro Las bondades del arrepentimiento, estudia una emoción común, desagradable e incomprendida. Esta sensación negativa surge cuando reflexionamos sobre todas las acciones pasadas y deseamos haber actuado de modo distinto. El remordimiento, o pesar interno, nos aqueja después de realizar una mala acción. Por ejemplo: “No escuché con atención los consejos de mis padres. No hice ejercicio, mi dieta no fue balanceada y ahora estoy en muy mal estado de salud. No invité a la pareja de mis sueños. No estudié lo que deseaba. No cristalicé un negocio. No me hice escuchar sobre un tema de importancia. No permití restablecer una relación con la persona que amaba. Gasté demasiado dinero y ahorré muy poco. Acosé a un compañero en el colegio. Le fui infiel a mi esposa”. 

Pink destaca que, para sacar provecho del arrepentimiento, debemos aceptarlo, enfrentarlo, socializarlo y aprender de él, reconociendo que es una experiencia compartida por todos, independientemente de nuestra procedencia o condición. Cuando nos equivocamos, nuestro diálogo interno a menudo es duro y cruel, y la evidencia indica que debemos tratarnos con amabilidad en lugar de desprecio. Al analizar nuestros errores y las emociones que generan, podemos transformar el arrepentimiento en una fuerza positiva. Este proceso terapéutico nos permite liberarnos de patrones tóxicos arraigados en el pasado, impulsándonos hacia una vida más plena y consciente. Nos ayuda a tomar mejores decisiones, fortalecer nuestras relaciones interpersonales, abrir caminos para avanzar y vivir mejor, cultivar y proteger amistades, optimizar nuestra relación de pareja, negociar y ser más exitosos en el trabajo y la academia, y alcanzar el éxito en diferentes ámbitos de nuestras vidas. 

Un ejemplo notorio de este proceso es el caso de Salvatore Mancuso, un bandido que azotó gran parte de la geografía nacional cuando comandó las Autodefensas Unidas de Colombia. Además de narcotraficante, se lo acusa de haber cometido innumerables crímenes, magnicidios y masacres, que hicieron posible la existencia de fosas comunes donde se encontraron cuerpos de niños y niñas. Él se sometió a la Ley de Justicia y Paz y se entregó a las autoridades el 16 de agosto de 2006, para luego ser extraditado a los Estados Unidos. Ahora está de regreso a Colombia, como gestor de paz, y esperamos que colabore con la justicia para esclarecer todos sus crímenes de lesa humanidad. Aunque sus acciones pasadas hayan causado un profundo sufrimiento, su disposición a enfrentar las consecuencias y buscar el perdón es un testimonio del potencial transformador del arrepentimiento. 

En conclusión, equivocarse es una parte inevitable de la experiencia humana, pero el arrepentimiento y la aceptación de nuestros errores nos permiten crecer y avanzar hacia una vida más plena y consciente. Aunque no se justifican las atrocidades cometidas por este criminal que causó daños irreparables, pues estamos del lado de las víctimas, los dolientes y los desplazados, sí es un claro ejemplo del poder del remordimiento, el arrepentimiento y el perdón.

Orlando Salgado Ramírez

Reminiscencias educativas

Señor director: 

Inexorablemente todo cambia por la dinámica interna de fuerzas intrínsecas o por factores externos. De una u otra manera todo lo que existe está sujeto a cambios, a transformaciones o a desaparecer como ley natural. Afortunadamente, la ley de la mutación existe y es la responsable del desarrollo que de forma inevitable se da como consecuencia del progreso, como tarea indeclinable para la cual fuimos creados y como peregrinos por la tierra, responsables de ser cada día mejores.

Por suerte, tenemos el sagrado derecho de disentir y ver los hechos con nuestras propias gafas sin que las discrepancias rompan la armonía objetiva de hablar o pensar, según algunos ex cathedra, pontificando sobre temas que son de libre examen sin que se violenten las leyes elementales de la subjetividad. Todos los seres humanos tenemos un gran laboratorio intelectual que nos permite reconocer que todo tiene su época y que todos los humanos, para bien o para mal, tenemos nuestras propias verdades, algunas irracionales y otras simplemente de obtener un espacio basados en el erróneo concepto de no perder aunque no les asista la razón.

Cada época tiene sus encantos, sus luces y sombras que quedan muy bien guardados en el estuche de los recuerdos. Si se compara la educación de ayer con la de hoy difícilmente se encuentran afinidades. Entre una y otra hay profundos abismos que señalan enfoques, metodologías, prácticas pedagógicas, por no hablar de epistemologías muy contrapuestas que difícilmente resultarían reconciliables o compatibles. La memoria prevalecía sobre la racionalidad, el aprendizaje era individual y egoísta, los aportes de los estudiantes eran mínimos, los contenidos ocupaban la preocupación del maestro: “Hay que terminar el programa”, la evaluación era rigurosa y estricta, predominaba el empirismo, la disciplina y el miedo, que se traducían en “respeto sacro” por el maestro, quien era el dueño y amo absoluto del aula de clase y de la verdad”.

Magister Dixit o Ipse Dixit (lo ha dicho el maestro), significando que en el aula solamente el maestro tenía la palabra y era dueño del discurso que se convertía en un monólogo por el expectante silencio que los alumnos en su oscura ignorancia deberían recibir la luz de su mentor; sin refutaciones, ni contradicciones. El maestro (no todos) encarnaba la autoridad que estaba investida de cierta divinidad y el “respeto” lo imponía con autoritarismo, autocracia, maltratos verbales con expresiones que humillaban y denigraban la autoestima cuando el ínclito maestro en medio de su ironía e irascibilidad hacía uso de su prepotencia y a veces de ingeniosidad.

Hubo maestros, así llamaban a los de la básica primaria, y profesores a los de secundaria, que fueron los campeones de la memoria y recitaban sin gaguear los ciento y no sé cuántos huesos del cuerpo humano, los músculos, los elementos de la tabla periódica o de Mendeleiev y eran el terror tomando la lección oral; fijando más su atención en las equivocaciones para verificar que su discípulo sí sabía repetir de corrido, y si esto no ocurría la complacencia era mucha para colocar la mínima calificación de uno o cero.

No había aprendizaje, ni socialización, ni discernimiento intelectual, ni aportes, ni intercambio activo de conocimientos, sólo el maestro tenía la palabra. Algunos fueron tan matones que llegaron a ser famosos y su anecdotario tristemente célebre. Me quedo con la escuela de hoy, aunque tenga más nubes grises que esplendidez intelectual.

Elceario de J. Arias Aristizábal

Se ve y se siente
Señor director: 

Colocadle el nombre que queráis porque se ve y se siente a quien todo lo ha creado, pues el universo no podía surgir solo en toda su majestuosidad sin que un ser superior y omnipotente interviniera. Nos basta solo con mirar nuestro cuerpo y contemplar cada órgano y cada sentido para nutrirnos de amor, fe y elevar el donaire. Sabemos cuántas veces palpita nuestro corazón desde que nacemos hasta que morimos y cuántas veces respiramos. El poder abrir los ojos cada día para contemplar el mundo, los seres amados, los amigos, y nuestros semejantes en su entorno. Disfrutar la abeja haciendo su panal para allí posarse y generar su miel del néctar que produce las flores para alimentarnos. Disfrutar los frutos que produce en variedad y abundancia la madre tierra, que no se cansa de darnos su pábulo. Quién se siente capaz de crear una estrella o un lucero, ver el sol dándonos calor y generando vida. La luna cumpliendo su misión acompañándonos en su silencio y velando por nosotros allá en la lejanía. 
Nos detenemos a pensar quién sería capaz de crear una partícula de agua con sus componentes. Quién es capaz de crear un ser humano o cualquier ser viviente para que pueda habitar la tierra, los mares y los aires. Quién cree que fabricó el oro, el diamante, como los demás elementos imprescindibles para nuestra supervivencia y goce de ellos. Los millares de plantas para beneficio de nosotros en el planeta tierra, los animales de diferente especie también para apoyar y acompañar al ser humano, colmándolo de cariño.
Se ve y se siente en el ambiente, en las aves y pájaros de múltiples colores y especies, se ve y se siente con deleite en la presencia inocente de los niños que juegan y sonríen. En los padres que aman y luchan por sus hijos, en el mendigo y el anciano que aunque camine lento muy consciente de su ocaso, pero ansioso por vivir. Se ve y se siente en el ciego, en el sordo y en el mudo, cuando se aferran a la vida y jamás reniegan de ella. Se ve y se siente en las flores como en su delicioso aroma, en los manantiales cristalinos que corren silenciosos en las noches y los bellos amaneceres. Se ve y se siente en el abrazo de un amigo, en el dulce beso a quien se ama. Se ve y se siente al germinar el trigo que se desgrana para convertirlo en pan. Se ve y se siente cuando cae la lluvia para irrigar la tierra.
Se ve y se siente en el copo de algodón que culmina su camino en fino abrigo que cubre con delicada emoción. Se ve y se siente en el capullo que con orgullo pasa por su crisálida generando la linda seda que nos adorna la piel alejados de la hiel con frenética bondad. Se ve y se siente en el que sueña y eleva su espíritu al infinito esperando en cada despertar extasiarse con sus triunfos.
Álvaro Alzate Ussma

Los “señores” del espacio público

Señor director: 

Hace algunos años escribí un artículo sobre los famosos controladores del espacio público. ¿Quién los nombra, qué condiciones académicas registran, qué funciones cumplen? Nunca respondieron y las preguntas tienen plena vigencia ahora. Afirmo que no tienen autoridad para pedir papeles, “correr” a los vendedores ambulantes, decomisar mercancías o prohibir su permanencia en ciertos lugares pues no son policías con placa, identificables en caso de desafueros o abusos. Es decir, en sus funciones reemplazan a la autoridad legítima como son los uniformados.

Dicho de otra manera, lo que usted llamó galerización de la 23, se le debe a la Policía en connivencia con el alcalde anterior. O con los concejales: en alguna campaña supimos de un concejal que era dueño de 13 esquinas que alquilaba o vendía con la garantía de no ser molestados por las autoridades. Hoy son más de veinte lugares.

Lo peor de todo es que los señores del espacio público, vaya paradoja, se reúnen por grupos numerosos a invadir el espacio público. Y se les ve en pareja chateando, sin nada qué hacer, como vagos bien pagos. ¿Cómo los escogieron? Respuesta: fueron los “auxiliares” que en la campaña de Rojas Giraldo repartieron volantes, cargaron pendones, empapelaron la ciudad y recorrieron las avenidas con la propaganda del candidato; es decir, con todo el asombro de que somos capaces, nosotros, los contribuyentes, los que pagamos impuestos, pagamos la campaña del hoy flamante alcalde de la ciudad.

Y como los vendedores ambulantes no son tontos, acatan a los señores del espacio público por un momento. Cuando desaparecen de su vista vuelven a su lugar de trabajo. Una prueba de su inutilidad es la proliferación de ventas, ese supermercado imponderable a lo largo de toda la carrera 23 especialmente desde la Catedral Basílica hasta el Parque de los Fundadores. Una pregunta final: ¿por qué permiten el camioncito de placas de Duitama, parqueado permanentemente en la esquina de la carrera 23 con calle 32? ¿Qué poderoso político lo protege? No solo está estacionado en lugar prohibido, es un vendedor ambulante especializado en coco, sino que estorba hasta el tráfico que sube por esa calle en donde impide la visión plena de motos y automotores que suben de la carrera 24, entre otros, las decenas de agentes que vienen de su cuartel general.

Adalberto Agudelo Duque

He sido asaltado en mi buena fe

Señor director: 

El motivo de esta comunicación es alertar a los ciudadanos del engaño, yo diría estafa, que están llevando a cabo los recaudadores del peaje de Autopistas del Café, GoPass. Cuando implementaron el sistema de pago electrónico hicieron promoción de que era un servicio gratuito, válido en todo el país.  Animado por esta comodidad de pasar los peajes sin filas ni demoras, me afilie al sistema en el programa básico pago de peajes únicamente.

Me ofrecieron el programa prémium, con el que podía pagar parqueaderos, restaurantes y otros gastos, opción que rechacé por ser un mal consumidor de cosas superfluas, recalcando que el servicio era totalmente gratuito. Solo había que pagar el importe del dispositivo electrónico para instalar en el vidrio delantero del automóvil. Transcurrido un mes de la afiliación me apareció en la cuenta bancaria un cargo automático a favor de GoPass. Puse una nota pidiendo aclaración de este cargo económico no pactado y no recibí respuesta.

En febrero me apareció otro cargo automático en mi cuenta, lo que se repitió en marzo. Ante el reiterado abuso sin explicación, al fin logré comunicación directa con alguien de GoPass, quien me explicó que mi programa era prémium porque en el momento de la afiliación había inscrito una cuenta bancaria para efectuar los cobros, pues en el programa básico no podían hacer cargo a cuentas bancarias. La petición de mi parte fue que se me bajara de estatus a básico, entonces me dijo que en el sistema básico cualquier gasto de peaje es recargado con un cargo extra de $2.500.

Creo que se constituye una estafa por publicidad engañosa y condiciones económicas ocultas. ¿Quién controla a estos “caballeros de industria” que se lucran dolosamente de la ingenuidad de los ciudadanos?

Un suscriptor.

En Siria, en Turquia... ¿y en Colombia?

Señor director: 

Vi una memoria de los rescates que hubo en Turquía y Siria, a raíz del terremoto que los agredió en febrero de 2023. Se constata de nuevo que salvar una vida humana produce una gran y general alegría en rescatistas y observadores. Y surgen en forma espontánea los aplausos, los abrazos, el entusiasmo. Se rescataron recién nacidos, niños y niñas de diferentes edades y en general otros seres humanos que agradecieron el poder seguir viviendo en estas coordenadas del tiempo y del espacio.

Reafirmo que el valor más absoluto que existe en esta inmanencia es el ser humano y su dignidad; y sus derechos que le permiten mantenerla y poder realizar algún proyecto que sea beneficioso para la humanización y el buen vivir de todos y cada uno de los seres humanos. No hay otro valor superior al ser humano y su dignidad. Esta se mantiene en medio de las vulnerabilidades humanas: discapacidades, limitaciones, errores.

Se debe afirmar que las acciones más éticas son las que buscan el respeto a esa dignidad humana: solidaridad, misericordia, respeto, amor, compartir, ayuda mutua. Por eso es triste constatar que muchos dan más importancia al dinero, poder, ideologías, partidos políticos, religiones, equipos de fútbol que a los seres humanos. ¡Cómo fue posible, qué ignorancia, qué estupidez!, que los colombianos hayamos irrespetado el derecho a la vida por defender el Partido Conservador o el Partido Liberal. Qué estupidez. Que ahora trata de repetirse por la izquierda y la derecha, el Centro Democrático, el Partido de la U, Polo Democrático, Colombia Humana, etc.,

Quitamos vidas humanas porque queremos acumular dinero, negocios rentables, narcotráfico, poder. Qué ignorancia, qué estupidez. Nada vale más que lo que vale cualquier ser humano, esté en las condiciones que esté. Se insulta, pero las mujeres que ejercen la prostitución por necesidad, por condición social, por lo que sea, merecen nuestro respeto integral y ojalá hiciéramos alguna obra para rescatarles de ese modo de vivir. Colombia requiere de una reeducación a través de la cual sembremos los criterios que siempre pongan la dignidad humana por encima de cualquier consideración.

Vuelvo a afirmarlo: la humanidad es la original y auténtica religión: mandamiento del amor, somos hermanos; culto: promoción humana como exigencia universal. ¿Hay terremoto en Colombia? Sí. Y es más grave que el de Turquía y Siria, porque en vez de rescatar se entierran seres humanos a diario. Es un terremoto cuyo epicentro es la ignorancia y estupidez de muchos colombianos que valoran más los bienes materiales que se quedarán fuera de nuestro ataúd; y en nuestro espíritu llevaremos lo poco humanos que fuimos. La ignorancia y la estupidez se han personalizado en Colombia.

Alirio de los Ríos Flórez.

¿Retroprogresismo?
Señor director: 

En el Diario de Alexánder Von Humboldt, (1801): “El río Magdalena tiene pocas revueltas, casi ningún brazo, muy pocas islas…” Y en ese viaje hasta Honda, en champán, traza Humboldt el mapa del río Magdalena. En Reminiscencias de Santa Fé de Bogotá, José María Cordovez Moure, narra, (1903): “Hoy se viaja a nuestro litoral atlántico con las comodidades que presentan los ferrocarriles de la Sabana y el de Girardot… el de La Dorada que une lo alto con el río Magdalena, y el de Bolívar, después de recorrer la parte alta y baja de dicho río por medio de la navegación regularmente establecida en buques de vapor.” Darío Mesa escribió: “Nunca ha tenido el país un desarrollo más rápido que el experimentado entre 1925-1929”. Con 25 millones de dólares, producto de la indemnización del Congreso de los Estados Unidos por la pérdida de Panamá y, con préstamos se modernizó el país, pues dicho capital se invirtió en ferrocarriles, energía y carreteras”.
Pero los ferrocarriles terminaron por dar el golpe mortal a la navegación por el río Magdalena que, desde tiempos coloniales, había sido un factor crucial en la vida económica, no solo del virreinato, también de la república. Las empresas de barcos de vapor se establecieron desde 1823 hasta 1960, bajando tabaco y café y subiendo mercancías, hasta que cayeron en desuso, dado que el transporte de carga y pasajeros era mucho más rápido con el tren. Pero la épica del tren llegó a su fin hacia los años 80 del pasado siglo. El abandono de los ferrocarriles se encuentra plasmado en el terminal de transporte en Cali, allí yacen los vagones pudriéndose al calor de la ciudad. Los rieles se levantaron como sucedió entre Cali y Popayán y, en esta ciudad se dinamitó la estación del tren... Las vaporinas acabaron como recuerdo en Chiquinquirá o convertidas, en los talleres de Facatativá, en tejos para jugar turmequé…
Primero se establece la navegación fluvial, luego se tienden los rieles para el tren y, queda a un lado el río, el transporte fluvial. Más tarde se construye el ferrocarril que con el tiempo cae en abandono porque se han trazados y construido las carreteras. No es explicable la construcción del ferrocarril paralelo a la vía fluvial y, pasadas unas décadas, viene la construcción de la calzada paralela a la línea del tren… En las carreteras transitan las mercancías, en conteiners, bordeando la accidentada orografía del país.
No sé si es cierto lo que he oído hace unos días o si es una broma o una inocentada fuera de tiempo. En las noticias, se dice que se ha puesto en funcionamiento el ferrocarril entre La Dorada y Santa Marta. Y, cuando paso por la estación de la Sabana siento nostalgia de algo grandioso. Aunque, a decir verdad, las últimas alcaldías y la gobernación de Cundinamarca prometen la construcción del regio tren que irá hasta el cercado fuerte al final de la llanura -Facatativá- si es que los transportadores de carretera lo permiten.
Silvio E. Avendaño C.

La virtud de valorar
Señor director: 

El milagro más precioso e impactante es la vida, saber que existimos y si el Omnipotente creó el universo y dispuso que a través de la única fuerza incontenible en el mundo, que es el amor, llegáramos a este planeta, fue porque todo lo diseñó para nosotros. La tierra nos da el alimento que nos nutre día a día, como seres de carne y hueso, con los órganos para habitar aquí, ya que a otro ser diferente le sería imposible. Tenemos cerebro, corazón, pulmones, pies, oídos y todo lo demás; el aire, el agua, el viento, el fuego, que sostienen la vida.
Toda clase de riquezas minerales, petróleo, piedras preciosas, millares de especies animales que nos acompañan, nos servimos de ellos y nos dan compañía, ligados algunos a todas las labores del campo, nos visten, nos alimentan. Es obligatorio comportarnos bien con nuestro entorno, dejar de creer que todo lo merecemos impositivamente, que podemos hacer lo que nos dé la gana, con derecho a destruir y autodestruirnos.
No cabe ninguna duda que la creación no proviene sola, basta con preguntarnos qué científico sería capaz de crear un ser humano o un animal, dotados de las maravillas que tenemos, sentimientos, emociones, cualidades y defectos, nos hemos preguntado cuántas veces logramos respirar desde que nacemos hasta que morimos. Cuántas veces palpita el corazón, sino volviera a amanecer o si nunca anocheciera, si los pájaros dejaran de cantar, si los niños dejaran de nacer, jugar y sonreír; si la tierra, ya cansada, dejara de producir; si las flores dejaran de adornarnos y ya no volvieran a germinar; sino volviera a llover.
Quién es capaz de crear una estrella, una gota de agua, una partícula de oxígeno, pero sí sabemos explotar la tierra de modo desenfrenado y humillar a los semejantes, mancillarlos y esclavizarlos anteponiendo la soberbia, el orgullo y la altivez. Cuándo vamos a entender que los bienes terrenales son prestados y que todo queda aquí para el bienestar transitorio, pasando de generación en generación hasta el final de los tiempos.
Alvaro Alzate Ussma

La música y su vigencia
Señor director:

Con sugerencia generosa de un amigo se asume esta responsabilidad de escribir sobre la música de antes y la de los tiempos actuales. A pesar del argumento de que “las comparaciones son odiosas”, vamos a hacer un paralelo entre canciones que escuchamos el siglo pasado y las que cantan las generaciones de hoy. En principio, está en el ambiente definir cuál es la mejor, y, la discusión tiene tanto de largo como de ancho porque son los entornos socioculturales, las costumbres, la épocas y los gustos que finalmente determinan sobre lo que se escucha. Una balada, un tango, un bolero, una salsa o una de despecho pueden calificarse mejor que un reguetón, una bachata, un merengue o la metálica, o al contrario.
Veamos cinco ejemplos para reflexionar sobre una preferencia y valoración en la satisfacción que producen: “Sin rumbo alguno”, salsa del Conjunto Clásico; “Si te contara”, bolero de Tito Rodríguez; “Canción del soltero”, tango de Armando Moreno; “La bohemia”, balada de Charles Aznavour, y “Nadie es eterno en el mundo”, canción de despecho de Darío Gómez. Las letras, excelsas poesías de la música del pasado y sus arreglos, mueven la fibra sentimental de sus adeptos produciendo alegría y bienestar emocional. Ahora ejemplifiquemos con canciones de los adolescentes de hoy: “Pobre diabla”, reguetón de don Omar; “Propuesta indecente”, bachata de Romeo Santos; “Metálica”, de Masters Puppels. Cualquier análisis o reflexión para determinar el grado de preferencia está sujeto a las costumbres, al entorno social y familiar, adicionalmente de que cada época trae sus formas de hacer, desarrollar y potenciar a las personas.
La música es quizá la expresión cultural que más equilibrio psicoemocional produce en las personas, hace parte del arte que socializa costumbres de las regiones, países o continentes. Un bolero es característico de Cuba, México o Puerto Rico; un tango de los argentinos; una cumbia, una salsa o un vallenato de Colombia; un joropo de Venezuela, ..., y en estos términos aceptaremos los gustos de acuerdo con nuestra cultura. Existe también la elección solo desde los sentimientos, para ello un bolero queda bien, pero, hay quien desde su interior le gusta la fiesta y entonces decide sobre una salsa, una cumbia o un vallenato.
Refiero gratamente la letra de la canción “Macondo” interpretada por Rodolfo con Los Hispanos en la cual nos recuerda a García Márquez y su obra cumbre que le acredita el nobel de literatura; la letra inicia con la frase: “Los cien años de Macondo, suenan, suenan en el aire”, haciendo referencia directa a la obra, Macondo es el lugar ficticio en el que habitaba la familia Buendía. La canción alude también a “Gabriel Trompetas”, quien es el creador de la obra. “Diabla”, un reguetón de Romeo Santos nos ubica en las diferencias evidentes: “Yo puedo comerte como a ti te gusta/ Si solo te dejas querer/ En caliente yo voy por ti/ Mija aquí no muerdo, no se me asuste/ No hay tiempo qué perder/ Solo se vive una vez/”. Nuestras vidas están regidas por los entornos socioculturales que marcan una impronta con la cual se vive y determinan el curso de las realizaciones y forma de vida.
“Siempre la música fue el imán de mis sentidos”: Calderón de la Barca.
Rigoberto Escudero Osorio

La delincuencia le perdió el respeto a las autoridades
Señor director: 

Acciones decididas con amor a las familias de Colombia, que hoy en día están sufriendo las inclemencias y espinas que trae la inseguridad, que está atentando brutalmente contra sus vidas, trabajo, empresas y sobre todo marcha normal y tranquila de la economía. Lo grave de todo lo que pasa es que pareciera que los delincuentes le perdieron el respeto a las autoridades civiles, militares y de policía. Los que irrespetan la Constitución, las leyes y en general las buenas costumbres vienen burlándose de los poderes públicos, de la institucionalidad de la apaleada Colombia. A los que delinquen no hay que darles concesiones con principios de oportunidad, ya que es de cruda injusticia con los seres humanos que se portan con integridad y respeto con Colombia. Todo el que atente contra la paz y tranquilidad de las familias y empresas debe recibir la sanción correspondiente. Lo sucedido el 8 de febrero en Bogotá es la tapa del congolo; que retornó el 8 de marzo, desluciendo con violencia el Día de la Mujer. El Estado no puede “dormirse” con la vigencia de la seguridad, porque sufre impacto la democracia. Y obviamente la convivencia pacífica entra en crisis. El preámbulo constitucional hay que cumplirlo con sus 8 variables, que no están allí de bonitas. Hay que darles vigencia real.
Rogelio Vallejo Obando