FREDDY ARANGO
LA PATRIA|MANIZALES
Desde hace 70 años en la finca El Delirio, en la vereda Oromazo de Casabianca (Tolima), a 3.000 msnm en el páramo del Volcán Nevado del Ruiz, la familia Salazar Rivera soporta la inclemencia de los casi 5.o C mientras cultiva papa.
Fabio cuenta que el predio lo heredó con sus siete hermanos, de sus padres, Aristides Salazar y Tránsito Rivera, quienes llegaron cuando eran niños al lugar, desde Tunja (Boyacá) y San Cayetano (Cundinamarca).
"Trabajaron durante mucho tiempo, se casaron y como agregados, ordeñaban y cultivaban papa. En esa época la tierra era mucho más fría y mi papá jornaleaba a pie limpio. Mi mamá era la de casa, ordeñaba una vaca que les habían dado, con la leche cuajaba quesos que vendía, cuando logró reunir unos pesos le regaló un par de botas a mi papá. Él trabajaba con unas alpargatas envueltas en neumático", cuenta Fabio.
Recuerda que su papá ahorró hasta que un día le dijo al dueño de la finca que le vendiera un rinconcito, lo que hoy es El Delirio. Allí don Aristides, además de la papa, crió ganado: "Ahí consiguió lo que nos dejó como herencia".
"La papa se va arrancando, se echa en una caneca y hacemos el joto para llevarlo al toldo. Allá se escoge y se hace la pila para armar luego el bulto", explica Leonardo López, mientras sigue arrancando con el gancho la papa.
Cultivo
Fabio Salazar explica que tienen sembradas 45 cargas de papa, unas tres cuadras. "Ahora se está arrancando, no es que produzca mucho, por el clima la papa no engrosa lo suficiente, no da buen rendimiento, entonces se produce una papa muy parejita, que es un rendimiento muy bajo". Añade: "Si el tajo hubiera estado bueno se le podría haber sacado unos 1.200 bultos, en este momento se alcanzará máximo unos 600 bultos".
Comercialización
La papa en la plaza de mercado está a $180 mil el bulto de 60 kilos, señala Fabio Salazar. "Nos sacan una comisión más o menos de $3.000, hay que pagar el transporte; por el invierno toca primero en mula y es un lío conseguir arrieros, y después el transporte en carro a Manizales".
Advierte que así la papa esté costosa, no les favorece. "El abono se subió de $120 mil a $180 mil, y hoy con el tema de los bloqueos a Rusia el abono va a subir más".
Él es incrédulo de que el Gobierno cumpla con los descuentos en los abonos, cree que los precios subirán. "De Rusia llega casi el 45% de urea para los abonos en Colombia", apunta.
Se arma un toldo en el tajo, donde guardan y escogen la papa, luego sacan los bultos en las mulas para la bodega o la casa.
Pérdidas
Campesinos que sembraron en pequeñas extensiones de tierra para subsistir en cosechas anteriores, cuando el precio estuvo bajo, ya no tienen cómo pagar una arada ni comprar semilla. "Quedaron quebrados para comprar los fungicidas y los abonos.
No van a quedar muchas ganancias porque la mano de obra está escasa y hay mucha papa que se pierde por las lluvias, que escarchan y dañan el cultivo", expresa Fabio Salazar, el administrador de El Delirio. Asegura que continuarán con la papa, pero sin expandirse, por la falta de mano de obra, el mal estado de las vías y la poca ayuda de los gobiernos local y nacional.
Agregados
Maribel Morales Gallego y Aquimín Roso, conocido como Mancho, son los agregados de la finca El Delirio. Él lleva 35 años viviendo en la zona. Desde pequeño cultiva papa, aunque por 12 años trabajó en el relleno sanitario de Emas. Sobre el precio de la papa dice: "Para uno es muy bueno, es una elegancia, pero para quien compra la libra de papa para el almuerzo es costoso", comenta Mancho.
Después de que se arranca la papa, se escoge entre gruesa, pareja, parejita y el redrojo. Cultivan parda murillona y roja.
Cosecheros
Gildardo Fandiño, a sus 65 años, dice: "Tengo cincuenta y bola, desde los 15 años trabajo en esto, mantengo contratiando, trabajando al día, hay mucho invierno y no deja engrosar la papa y la daña mucho".
Sobre su rutina narra que después de desayunar se va a arrancar papa. "Depende cómo esté el tajo rinde, se puede uno arrancar hasta 20 bultos en un día. Antes se arrancaba con azadón, ahora llegó una moda con un gancho que es mejor, porque se daña menos la papa", explica.
Añade que cuando termina la cosecha, se vuelve a sembrar, luego se aporca, que es amontonar la tierra para que engruese la papa.
La mayor competencia son Pasto y Bogotá: "En este momento están trayendo poca, no hay cultivos. Cuando estuvo barata, sin contar la que dejamos podrir en los tajos, vendimos bultos de papa a $20 mil", cuenta el administrador Fabio Salazar.
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