Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA La Alcaldía de Manizales lidera la compra de predios para conservación en la parte alta de la reserva Río Blanco, con Aguas de Manizales trabaja en los procesos de restauración que impactan en el recurso hídrico que abastece la ciudad y su calidad. En lo que eran potreros para ganado de la finca Barcelona, adquirida en el 2022, desde hace dos años siembran árboles nativos.
“Me imagino que millones de personas se alimentan de esta agua que nace aquí”, expresa con orgullo el guardabosque Gustavo Adolfo Ballesteros.
Él tiene una labor ineludible cada día, entre las 6:00 a. m. y 9:00 a. m.: revisar el pluviómetro y las miras en la parte alta de la reserva Río Blanco, a 3.700 m s. n. m. en el páramo de Letras en Manizales.

Esta tarea la realizan ocho guardabosques más en otras zonas del área protegida de 5.078,72 hectáreas, que inicia en los 2.150 m s. n. m. cerca del barrio Minitas.
Los datos de precipitación y del nivel del agua los recibe el equipo de Recurso Hídrico, que calcula los caudales disponibles en las fuentes y determina la cantidad de agua disponible para el tratamiento en las Plantas Niza y Luis Prieto Gomez y para el suministro de agua diario a la ciudad.
“El caudal en las fuentes es variable según la precipitación que se dé en las cuencas abastecedoras. Gracias a las actividades de mantenimiento y siembra, los caudales están regulados. La ciudad tiene una demanda máxima entre las 9:30 a. m. y las 3:00 p. m. de aproximadamente 1.150 litros por segundo”, explica Aguas de Manizales.
Desde 1996, la empresa registra esta información, que le permite realizar análisis y tomar decisiones para el futuro, en un contexto de cambio climático o temporadas secas.
Primeras decisiones para proteger el agua
Los guardabosques tienen otros quehaceres como vigilar los linderos, verificar que el ganado de los vecinos no ingrese, mantener en buen estado los caminos y apoyar el mantenimiento de las plantaciones restauradas, entre otras.
Gustavo Adolfo los realiza desde hace cinco años. Antes trabajaba en fincas de la vereda El Desquite, donde nació y creció. Se conoce el páramo al derecho y al revés, y ahora ve cómo lo que antes eran potreros llenos de pasto para el ganado y cultivos de papa poco a poco recupera su flora nativa.
Tener un área protegida como la Reserva Forestal Protectora de Río Blanco y Quebrada Olivares, declarada así en 1990, es algo que se debe agradecer a decisiones que se tomaron a principios del siglo XX, recuerda el ingeniero forestal Jhon Edwar Gil, líder 2 de Recurso Hídrico en Aguas de Manizales.

“Los inicios de la reserva se remontan a 1912, cuando con el crecimiento de Manizales se comenzó a intensificar la adquisición de predios con destino a la conservación ambiental, específicamente el agua”, afirma.
Agrega que entre los años 50 y 60, con las Empresas Públicas de Manizales, se mantuvo esa misión. Luego, cuando en 1996 se liquidaron y nacieron los entes descentralizados, Aguas de Manizales e Infimanizales, se continuó con la compra de predios “para generar servicios ambientales, que contribuyen a la regulación hídrica e impactan la zona de recarga”.

Aquí nace el río Blanco, en el páramo de Letras, en el predio Humedal que se adquirió hace 20 años y con los procesos de restauración, poco a poco, los potreros han recuperado su flora nativa y contribuye al agua que abastece a Manizales.
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Compra de predios para la reserva Río Blanco en Manizales

El propósito de adquirir predios de interés para los acueductos se mantiene por ley, explica el jefe de la Unidad de Gestión Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente de Manizales, Yeison Andrés Atehortúa Gerardino.
El artículo 111 de la Ley 99 de 1993 ordena destinar mínimo el 1% del presupuesto municipal para hacer actividades de recuperación en áreas estratégicas para el abastecimiento del recurso hídrico.
Con esa premisa, en el 2025 la Alcaldía invirtió $3 mil millones para la compra, la adquisición del material vegetal y el personal de mantenimiento, monitoreo y custodia de las áreas protegidas.
Atehortúa Gerardino añade que como meta del Plan de Desarrollo Municipal está la compra de un predio al año. “En el 2024 adquirimos el predio El Paraíso, de 238,4 hectáreas, y este año estamos en el proceso de compra de Patio Bonito, de 84,5 hectáreas”, precisa.

El funcionario señala que el próximo año se enfocarán en el monitoreo y seguimiento de las 77,2 ha restauradas, aclara que las ampliarán si consiguen recursos adicionales.
“Si bien trabajamos para la conservación del recurso hídrico, en este proceso también se beneficia la captura del carbono, las especies la fauna y flora nativas”, concluye Atehortúa Gerardino sobre la importancia de este proceso.
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El desafío de la restauración ecológica en alta montaña y páramo

Además de aumentar el área de la reserva Río Blanco, hay una acción clave para el ecosistema: la restauración.
Esta puede ser pasiva y activa, señala James Arias Gómez, ingeniero agrónomo de la empresa Desarrollos Ambientales Damci. La primera se logra al aislar los terrenos con los cercos, que impiden que ingrese ganado y personas. “Lo que permite que la naturaleza haga su labor”, dice.
La restauración activa se enfoca en la siembra de especies nativas y su mantenimiento, actividad para la que está contratada la empresa de Arias Gómez y que apoyan los guardabosques de Aguas de Manizales en la cuenca alta de Río Blanco, en los predios Barcelona y Playa Larga desde hace dos años. La realizan con la técnica de núcleos.
“Allí hemos alcanzado la restauración activa de 77,2 hectáreas, lo que representa aproximadamente la siembra de 50 mil árboles en esta zona”, manifiesta el jefe de la Unidad de Gestión Ambiental de la Alcaldía, Yeison Andrés Atehortúa Gerardino.
Además de la financiación, la reforestación en alta montaña tiene sus retos:
- Las plantas nativas crecen más lento, entre 1,5 y 4 centímetros al año; contrario a lo que pasa con el pasto introducido que se espiga casi 1,20 metros en tres meses. “Los procesos son más demorados y requieren más paciencia. Es un ambiente más agreste para la restauración en Colombia, siendo dos o tres veces más difícil que en partes más bajas”, enfatiza el ingeniero agrónomo.
- Además de los determinantes ambientales como la radiación solar, los vientos, las heladas, hay otro factor que dificulta la siembra: la escasez de viveros dedicados a especies nativas de alta montaña.
Los árboles que se siembran en Río Blanco provienen, según Arias Gómez, de biofábricas de Rionegro y Marinilla (Antioquia) que se han especializado en plantas nativas de Colombia desde hace unos 20 años. “El resto de las plantas son adaptadas por un productor local de Caldas para las condiciones de altura”, sostiene.
Restauración por núcleos

1. La restauración por núcleos recrea las condiciones de cómo crecen las plantas en un bosque. Hay especies nativas combinadas, adaptadas a las condiciones de subpáramo y páramo, como chilca negra y blanca, cucharos, alisos, nigüitos y mortiño, entre otras.

2. Cada núcleo tiene forma hexagonal, desde el aire parece un balón de fútbol, y ocupa un área aproximada de 25 metros cuadrados. En este espacio se siembran 28 plantas, a una distancia de 2,5 m.

3. Entre núcleos hay una separación de 9 metros entre la planta más distante de cada núcleo. Así se alcanzan densidades de entre 625 a 750 especies por hectárea.

4. Requieren un mantenimiento constante que incluye la limpieza de cada árbol, para evitar que el pasto los ahogue; fertilización edáfica (suelo) con abono orgánico y la fertilización foliar (hojas), y la resiembra. Para facilitar el mantenimiento y la identificación de las plantas, se utiliza un tutorado en cada planta.
Predios que se han adquirido para la reserva Río Blanco

1989: La Elvira Pinares, 175,2 hectáreas (ha), y Martinica, 457,5 ha.
2004: Barcelonita, 70,2 ha.
2005: El Jordán, 115,2 ha; Río Blanco parte baja, 90 ha; Río Blanco Humedal, 90,7 ha; El Paraíso, 191,2 ha; Plazuelas (Casa Larga), 44,8 ha, y La Perla, 31 ha.
2022: Playa Larga, 140 ha y Barcelona, 137,6 ha.
2024: El Paraíso, 238,4 ha.
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En el 2023, Aguas de Manizales, en conjunto con el Municipio y el Batallón Ayacucho, reincorporó el frailejón en la zona alta de la reserva Río Blanco. Se realizó un ensayo exitoso con 11 individuos. Actualmente, hay aproximadamente 400 sembrados en el predio Río Blanco Humedal. Jhon Wilder Castaño es uno de los guardabosques que los cuida.
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