Delegaciones del Gobierno y el Eln durante el tercer ciclo de diálogos, que se desarrolló en Cuba.

Foto | Cortesía Oficina del Alto Comisionado para la Paz | LA PATRIA

Delegaciones del Gobierno y el Eln durante el tercer ciclo de diálogos, que se desarrolló en Cuba.

LA PATRIA | MANIZALES

Entre el 3 de agosto del 2023 y el 29 de enero del 2024, las confrontaciones armadas entre el Gobierno y el Eln —al menos sobre el papel— serán reemplazadas por un cese al fuego bilateral que podrá prorrogarse si así lo deciden las delegaciones de ambas partes.

Para la política de Paz Total que adelanta el Ejecutivo, el cumplimiento de esta tregua es de vital importancia, ya que sus precedentes más recientes generaron dudas sobre la efectividad de la propuesta que busca ponerle fin al conflicto. 

De los ceses al fuego anunciados en enero del año en curso por el presidente Gustavo Petro, dos se suspendieron por incumplimientos del Estado Mayor Central y el Clan del Golfo. Por su parte, las treguas con las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada de Santa Marta y la Segunda Marquetalia siguen vigentes.

Con el fin de prevenir que se repitan malos resultados, la apuesta del Gobierno en este caso es el diálogo ante cualquier eventualidad: “Ningún incidente por sí mismo será causa de ruptura unilateral del acuerdo de cese al fuego”, especifica el protocolo también firmado por el Eln.

Monitoreo y verificación

Precisamente para corroborar el cumplimiento de este armisticio, las delegaciones del Gobierno y el Eln acordaron un protocolo para regir al Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) correspondiente. 

“Informar y prevenir incidentes; recopilar, clasificar, verificar, evaluar y calificar cualquier hecho que pueda considerarse como posible incidente” que viole el cese al fuego —además de la pedagogía sobre este— son las tareas del MMV, que está conformado por la ONU, la Fuerza Pública, delegados del ELN, representantes de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, miembros de la Conferencia Episcopal y veedores sociales.

Mediante esas labores, el MMV tendrá como misión analizar los hechos que se puedan presumir como incumplimientos de la tregua suscrita por el Gobierno y el Eln para emitir balances, informes y recomendaciones.

    Perspectivas cruzadas

    Mauricio Jaramillo Jassir, doctor en Ciencia Política, destaca que este proceso de monitoreo y verificación, a diferencia de los establecidos con otros grupos, “tiene  un acompañamiento mucho más claro porque participan la Iglesia y Naciones Unidas”.

    “Además, es un grupo con una estructura más definida que el Estado Mayor Central o el Clan del Golfo. Por una razón jerárquica, el protocolo de verificación es más claro”, analiza el experto.

    No obstante, para el exconsejero presidencial para la Defensa y Seguridad Nacional Armando Borrero Mansilla, verificar un cese al fuego con una guerrilla que no está concentrada y georreferenciada es un “problema mayor”.

    “¿Quién puede hacerlo y tener una cobertura importante con un ejército armado y disperso? Cuando haya combate, ¿quién verifica con quién fue? En la guerra de guerrillas, si no hay confianza, cada vez que se encuentren dos grupos va a haber fuego. En el monte, el primero que dispara lleva ventaja”, cuestiona Borrero.

    Pedagogía de la Iglesia

    “Se ha iniciado la pedagogía en las diócesis con respecto al rol de la Iglesia en el cese al fuego”, anunció el pasado 28 de julio monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado.

    En sus palabras, este es un servicio que tiene tres claves fundamentales: la pastoral, la humanitaria y la de fortalecimiento al proceso del diálogo. Todo bajo la doctrina de la Iglesia.

    En ejercicio de estas tareas, Henao reveló que ya iniciaron las visitas pedagógicas sobre el rol de monitoreo a distintas arquidiócesis. Además, aclaró que estos encuentros se realizarán en todas las instancias regionales y locales del MMV.

    “El Mecanismo le pide a la Iglesia ayudar a fortalecer los esfuerzos para evitar y prevenir accidentes y proteger a la población”, concluyó.

    Cuestiones de seguridad

    Dentro del protocolo para la seguridad del Eln que acordaron ambas delegaciones dialogantes, llama la atención un parágrafo que indica: “El Eln mantendrá sus propias medidas de seguridad y defensa en los lugares donde hace presencia”.

    Sobre este punto, el profesor Jaramillo Jassir explica que “es normal que el Eln mantenga sus propias medidas de seguridad”, ya que esa medida está relacionada con las declaraciones del presidente Petro, quien ha aseverado que no puede pedirle a la Fuerza Pública que renuncie al deber constitucional de seguir defendiendo el orden público. “El Eln quiere decir que si en algún momento es atacado, se defenderá”, añade sobre la desconfianza histórica de la guerrilla hacia el Estado.

    Que el Eln no se concentre en lugares determinados para ocuparse de su seguridad durante el alto al fuego, según el experto en seguridad y defensa Borrero Mansilla, es una medida que genera dudas. “Un cese al fuego bilateral sin confianza y avances en otros puntos tiene un costo alto para el Estado. Toda la ventaja es para el oponente. Si las comunidades se sienten atacadas, el costo político será para el Estado”, expone.

    Sedes del MMV

    • Instancia Nacional: Bogotá.
    • Instancia Regional: Arauca, Bucaramanga, Cali, Cúcuta, Medellín, Pasto, Quibdó, Soacha y Valledupar.
    • Instancia Local: Aguachica, Barrancabermeja, Becerril, Bojayá, Buenaventura, Caucasia, Ipiales, Istmina, Soatá, Ocaña, Pereira, Popayán, Puerto Carreño, Puerto Inírida, San Juan del Cesar, Santa Rosa de Osos, Santa Rosa del Sur, Socorro, Tame, Tibú, Tumaco y Yopal.