Una década (y no un punto) de inflexión

Empecé el 2010 como empresario, después de enfrentar un par de quiebras. En 2015 con 35 años me convertí en deportista extremo y sin experiencia alguna me propuse terminar 5 de las pruebas de ultra-resistencia más duras del mundo.

Empiezo el 2020 con tres de ellas ya superadas y finalizando el año enfrentaré la cuarta, que incluye la búsqueda de un Guinness World Record.

En este camino acumulé fracasos, cicatrices, lecciones y triunfos que me tienen donde estoy. El proceso, una vez más, ha sido mi recompensa.

Esta década que pasó significó un cambio radical en mi vida. Y la pregunta que más me hacen es ¿Qué disparó ese cambio? Quisiera que la historia fuera fantástica, cómo que sobreviví a un accidente y volví de la muerte, que me diagnosticaron una enfermedad terminal o que tuve algún tipo de epifanía mientras dormía y desperté como un hombre nuevo.

Pero no fue así. Nada de eso me pasó, no hubo un momento mágico o trágico. La realidad es que el cambio de vida instantáneo no es más que una ilusión y le pasa a uno entre un millón.  

Lo mío fue una construcción lenta, caótica y confusa. Sabía que no quería seguir por el camino que venía, pero no tenía idea de a donde quería llegar (sigo en esa búsqueda).

Esos momentos “mágicos” que cambian vidas le llegan a una minoría (muchos de ellos a personajes de libros y películas). Y entonces ¿Qué hacemos los que llevamos vidas normales? ¿No podemos cambiar? ¿Debemos seguir con una vida insatisfactoria esperando que algo así nos ocurra sabiendo que la probabilidad es ridículamente baja?

Yo decidí que no ¡No para mí!

No fue fácil, me tomó una década crear un “punto” de inflexión en mi vida y empezar a ver los resultados de esa apuesta. Después de varios intentos fallidos entendí que no podía cambiar 30 años de patrones de comportamiento en un par de años. Ahí emprendí una carrera de largo aliento, de resistencia, pero sin retorno.

No quiero decir que si lo intentan les tomará una década, puede que más o puede que menos. Tampoco que deban abandonar todo lo que tienen para ir a buscar algo nuevo. Lo que les digo es que hasta el paso más pequeño cuenta porque, si siguen esperando ese momento mágico para dar el primer paso, tal vez nunca llegue.

¿Cuál es su gran apuesta en esta década?