El poder y grandeza de la empresa privada
Señor director:
Bajo la atmósfera Andi ha crecido todo lo demás: Fenalco, Acopi, Cámaras de Comercio, Asoexport,... y muchas otras agremiaciones que reúnen importantes empresas en variados sectores de actividad que han hecho grande y fuerte la economía de Colombia. El Estado, con excelencia en las políticas, ha brindado condiciones y buen ambiente para el crecimiento, pues ha tenido la convicción de que con libertades cumple mejor su papel, que no puede, porque no sabe, sustituir a la empresa privada. Si esa virtuosa convicción la llevamos al cuarto de los reblujos: fracasa el ritmo de crecimiento de la economía. El Estado por ningún motivo puede ponerse a jugar parqués con Colombia. Hay que seguir con el ajedrez. No hay que olvidar la sentencia de un experto famoso, que sigue más viva que siempre: “Tanto Estado como sea necesario, pero así mismo tanto mercado como sea posible”.
Rogelio Vallejo Obando
Informales con sonido propio
Señor director:
Nos van a enloquecer los comerciantes informales motorizados que ahora utilizan potentes equipos de sonido para promocionar sus productos. Primero pasa el de la mazamorra y a todo volumen dice que es la mejor del país. Luego sigue el que compra la chatarra a dos y tres pesos. Después pasa el de las arepas maduro. Le sigue el de la cacharrería china ambulante, el de las frutas, el del aguacate, etc. Le duele la cabeza a cualquiera viendo y oyendo pasar por la casa éste desfile escandaloso e interminable todos los días a mañana y tarde. Y como siempre hemos dicho: todos calladitos, empezando por quienes nos gobiernan.
Bernardo Molina Marulanda