Vida como estamos
Señor director:

Vida mía, vivida hasta ahora como haya sido; con alegrías, placeres, sufrimientos y abrojos; con aciertos, errores y fracasos. Ya está vivida y no hay nada qué hacer para ir al pasado y cambiar las turbulencias. Pero por el río siempre pasa el agua cristalina, como también las rocas, como el agua que no se desea beber ni menos ver correr.
Todo lo vivido que me hizo feliz por instantes se queda perenne en mis bellos y espléndidos recuerdos, en los que fui el labrador; más los momentos lúgubres, no de todos fui el culpable ni menos su arquitecto, desconozco con amargo desencanto cómo llegaron a mi vida.
Siempre anhelé en mi humilde existencia saborear las mieles y el fragante néctar de las flores, más no siempre lo alcancé; las espinas muchas veces se enclavaron y enquistaron en mi alma, haciéndola suspirar y padecer. No quiero quejarme, vida, ni justificarme menos; te acepto y agradezco lo bueno que me diste. No podré asegurar jamás si el destino o la suerte son verdad, creo más en lo que aparece, en lo inesperado o planeado, en lo súbito y en lo que hace parte del mismo cosmos y la razón humana. Ya esperando el último ocaso de mi vida, creo haberla amado, creo que me amaron y creo que mucho amé, no obstante las noches y días grises.
Creo, vida, que si no quedamos completamente en paz, entenderás y comprenderás que fuiste tu quien debió darme fuego y calor con suplicio y compasión, pues fuiste tu quien me trajo sin consultar mi querer, más te puedo decir que me iré sin ganas de volver.
Alvaro Alzate Ussma

Ya hay caos en los servicios de salud
Señor director:

La presentación del nuevo proyecto sobre salud no es motivo para que las EPS y las IPS atiendan en forma deficiente a los pacientes. Somos la mayoría de los pacientes afiliados a las Empresas Promotoras de Salud (EPS) que nos identificamos plenamente con lo señalado en el editorial Asunto de vida o muerte, en el periódico El Tiempo, edición del 11 de octubre; en efecto, “el deterioro de la atención en salud es evidente”. La fiel radiografía de la actual situación de los servicios de salud en Colombia la demuestran las estadísticas sobre reclamos ante la Superintendencia del ramo; los pacientes quedamos al borde de un infarto cuando escuchamos las tres frases de moda en las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS): no hay agenda, no se están programando citas por razones administrativas y no hay citas con médicos especialistas. Ya es palpable la catástrofe o el colapso en clínicas y hospitales. Tal y como lo consideramos muchas personas, la presentación del nuevo proyecto sobre salud no es motivo para que las EPS y las IPS atiendan en forma deficiente a los pacientes.
Jorge Giraldo Acevedo

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