Urgente extinguir bloqueos y extorsiones
Señor director:
Es francamente dañino que en Colombia sigan tomando fuerza creciente los bloqueos monumentales a las vías de comunicación entre capitales y municipios y dentro de ciudades. Es atentar desvergonzadamente contra la economía, es delito de lesa patria, de lesa humanidad. La Constitución es muy clara cuando dice que las manifestaciones, en cualquiera de sus formas, tienen que tener el ingrediente fundamental de ser pacíficas, lo cual implica que bloqueos y otra serie de atentados al art.24 constitucional no se pueden ni se deben dar. Al instante a esos díscolos que dañan el orden público hay que aplicarles las sanciones correspondientes, como despejar lo que desordenan. Las autoridades deben ser rigurosas. El Gobierno nacional y los subnacionales deben actuar de consuno. Bienvenidas las protestas pacíficas y las que no tengan ese sello de urbanidad, deben ser tratadas bajo el ambiente de desorden público; que el Estado al instante y sin miedo, tiene que recomponer. No podemos dejar acabar la economía, ya que de ese entramado, levantado con seriedad y mucho sentimiento de emprendedores de todo tamaño, depende la tranquilidad y paz de los hogares. Lo dramático es que ese grave asunto de los bloqueos, está haciendo pareja diabólica con las extorsiones, que están creciendo en forma espeluznante.
Es obvio y todos lo sabemos, que en desorden público, la economía entra en crisis, cuando requiere evidente ambiente de paz y cordialidad de todos los seres humanos. Considero que esto debió quedar claramente establecido y aceptado en el 4º. “Festival de las Ideas”, que reunió a líderes del país en Villa de Leyva, el 3 de octubre pasado. Es claro que el futuro de Colombia se sigue ensombreciendo, si sigue adelante el irrespeto brutal al orden público de la Nación.
Rogelio Vallejo Obando