Es inocente la economía
Bajo la atmósfera ANDI, en 80 años, ha crecido todo lo demás: Fenalco, Acopi, Cámaras de comercio, Asoexport,... y muchas otras agremiaciones que agremian importantes empresas en variados sectores de actividad que han hecho grande y fuerte la economía de Colombia. Muchos son los grandes hombres de empresa del país en los diferentes sectores y actividades que han formado la economía, obviamente con el concurso de los trabajadores.
El Estado, con excelencia en las políticas, ha brindado condiciones y buen ambiente para el nacimiento y crecimiento de variadas empresas, pues ha tenido la convicción a través de los últimos 120 años de que con libertades de los emprendedores cumple mejor su papel en la dirección de la economía, que no puede, porque no sabe la burocracia, sustituir a la empresa privada. Si esa virtuosa convicción la lleva el Estado al cuarto de reblujos, fracasa el ritmo de crecimiento de la economía. El Estado por ningún motivo puede ponerle talanqueras y obstáculos a la rentabilidad de industriales y comerciantes, con gravosas tasas impositivas ni mucho menos regulaciones laborales, que a corto plazo extinguen empleos.
No hay que olvidar la sentencia de un experto famoso, que sigue más viva que siempre: “Tanto Estado como sea necesario, pero así mismo tanto mercado como sea posible”, que se complementa con: “es la economía”, inocente, parodiando a James Carville.
Indicado el momento para evocar en los 80 años de la ANDI, a su presidente durante 17 años, Fabio Echeverri Correa, que activó y animó, sin pausa, la creación de empresas.
Rogelio Vallejo Obando