Necesidades colombianas
Señor director:

La ciudadanía, los medios de comunicación y comentaristas, los voceros de los gremios, la iglesia y demás estamentos de la sociedad colombiana estiman que a la actual Administración de Gustavo Petro solamente le quedan 17 meses para ejecutar su Plan de Gobierno. A estas alturas no existe tiempo qué perder; ejemplo, ante la creciente inseguridad y el pésimo servicio en el sector de la salud Colombia no es potencia mundial de la vida, pero sí de la muerte. Francamente no vemos las realizaciones concretas, transcurridos los anteriores 2 años y 8 meses, el tal Gobierno del Cambio, hasta ahora, no lo hemos visto.
En la actualidad las más urgentes necesidades de Colombia son: Disminuir la inseguridad en las grandes ciudades y en el campo por el crecimiento de los grupos subversivos y la delincuencia; ejecutar medidas para acabar la inmoralidad administrativa en las entidades del Gobierno Nacional; trabajar en procura de acabar la pésima atención en los servicios de salud a través de las EPS; contribuir en la erradicación de la deficiente y demorada justicia; acabar los problemas de hacinamiento y sucesos de delincuencia desde las cárceles de todo el país; adoptar medidas para frenar el grave problema en el crecimiento de las alzas incontroladas en los servicios públicos, especialmente con el gas y la energía, los aumentos, en muchos casos, superan el 50 y 60%. Estas situaciones y otras más, ameritan una acción inmediata del Gobierno y del Congreso como órgano legislativo. Es lamentable lo que ocurre en todo el país y por lo tanto el presidente, Gustavo Petro, con su nuevo gabinete en pleno deben darle respuestas urgentes con medidas que eliminen o disminuyan los problemas de Colombia.
Jorge Giraldo Acevedo

Más y más basuras
Señor director:

Con mucho pesar por nuestra bella Manizales, una señora en Campohermoso me preguntó qué íbamos a hacer con tanto arrume de basuras y de escombros que la gente inculta arroja a diario en las calles y parques de la ciudad. Me dijo que porqué no nos poníamos serios y aplicábamos unas multas y unas sanciones severas a tan maleducados infractores. Es que el problema ha crecido, digo yo, hasta el punto que salir a la calle o a cualquier sitio es horrible, porque uno tiene que espantar los gallinazos que se alimentan de la carroña y de las inmundicias tiradas por ahí.
Emas barre y recoge las bolsas y canecas a un alto precio, pero no es suficiente.
Parémosle bolas a este que es un tema delicado en nuestra capital.
Bernardo Molina Marulanda.

Sección
Fecha Publicación - Hora
Metadescripción

LÍNEA