A pocos autores les sale bien el humor en medio del drama, pero Pedro Badrán ha hecho de esta dificultad su mayor talento. Ya lo había mostrado en su novela Un cadáver en la mesa es mala educación, la primera que leí de él, y ahora lo refuerza con su más reciente libro, Margarita entre los cerdos. Se trata de una obra que bien pudo ser una novela, pues hay un común denominador, Ulises Lopera, pero prefirió hacerlo en clave de cuento, en nueve relatos distintos.
Conocemos a Ulises desde que entendió su relación con el mundo del hampa, primero entre los suyos, después en la milicia y luego en la policía judicial en donde se desenvuelve en ese mundillo entre lo correcto y lo incorrecto, en el que los poderes pueden más que él. Luego la vida lo lleva a convertirse en un investigador privado, que se mueve en circunstancias complejas.
Mención aparte merece el cuento que le da título al libro. En él se conjuga toda la gracia expresiva que se puede lograr en un relato corto, en el que valen las acciones más que la psicología de los personajes. Ulises se pone a la búsqueda de una pelirroja a la que encuentra en una olla en la que se consume vicio. "Hay diferentes tipos de ollas. Estratificadas, como todo en este país". Este escrito nos muestra la glorificación y caída del personaje de marras, en una trepidante narración en la que el autor demuestra su capacidad, que ha dejado clara en otras obras, de tener el oído para poner a hablar a sus personajes con los dejos y tonos del mundo real, sean policiales o habitantes de los subterráneos.
Otro interesante relato es el que cierra el libro, El misterio del cuarto amarillo, en el que Badrán logra crear una atmósfera propicia del clásico relato detectivesco, pero para resolver la trama en clave histórica. El homicidio de un reputado investigador judicial en un hotel en París, en el IV Congreso Internacional de Detectives, Guardaespaldas y Edecanes, es una trama en la que un ninguneado de las oficinas judiciales termina resolviendo el crimen con sapiencia y minuciosidad, lo que le da su cuarto de hora de fama y la envidia de los demás.
Leer estos cuentos, entretenidos, certeros, dramáticos y con fino humor permiten entender que hay larga vida para este género cuando se topa uno con autores como Badrán.
Se debe resaltar que la editorial Random House se la juegue por un libro de cuentos, género que tiene resistencias en las grandes editoriales, a pesar de ser el que más se produce y que se lee bastante, pero alegan los entedidos, que no se vende.
En frases
* Y aunque tenía un poco de miedo sabía que nada podía sucederme si estaba con el hombre de la caja fuerte.
* Un hombre con su experiencia tenía muchas cosas que enseñarle a la joven auxiliar.
* Un cura corrompido es más peligroso que un guerrillero.
* De vez en cuando es bueno que una margarita sea arrojada entre los cerdos.
* Sabemos que Sullivan no es periodista. Mejor dicho, sí es periodista, pero también hace otros trabajos. Como todo el mundo.
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