“Pues mi noción de la justicia es esta: Los hombres no son iguales”. Nietzsche.
El ejercicio de la política, que en la 7º acepción de la RAE es “El arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados y en la 8º “la actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”, ha sido metamorfoseada de manera grotesca y vil, para convertirla en una actividad desacreditada, organizada como una mafia, para beneficio de personas en particular, o de grupos que la tienen, para manosear a su antojo todo lo que representa la dignidad de una Nación, pisar sin asomo de vergüenza la vida y actividad de los ciudadanos, que ven indefensos, como les vulneran sus derechos y les arrebatan sus garantías, violando la Constitución y la ley, sin que a persona alguna le importe un poco.
Sí, la política ha sido degradada sin vergüenza alguna, convertida en una rama de esas que se prostituyen, con sus actores que están al servicio del mejor postor, haciendo verdaderos juegos circenses, con los muchos payasos que tenemos entre los que hacen parte de nuestra, en mala hora, deformada clase política.
Es de tal magnitud la manipulación y falta de vergüenza y de valores que tenemos en esa policlase corrupta y con precio, que la política en sus manos se convirtió en un simple espectáculo grotesco y descarado, con el que diciendo que “hacen país”, van destruyendo todo el andamiaje de la separación de poderes, queriendo someter a todos los colombianos a sus caprichos; esas representaciones de la burla del poder, para los ciudadanos a los que dicen representar y por los que fueron nombrados, sin que los representen de verdad, ni les importen mucho, después de que lograron apropiarse indecentemente de sus votos, con el principio que les es tan querido, “que la gente salga a votar verraca”.
Para lograrlo no importan los recursos de los que tengan que echar mano. Acabamos de enterarnos por Daniel Coronell, en su artículo de la revista Semana de “La Calladita” y de su inobjetable e indiscutible impedimento para ser la que investigue a Uribe, cuando omitió informar, lo que era obligación, pero que pasó por alto, como si fuera un asunto de poca monta, a pesar de que evidentemente es una omisión, que la inhabilita ética y legalmente para hacerlo, conocidos hoy los detalles de su previa relación en el plano legal con el investigado. Una falta que no puede ser producto del azar, sino algo muy bien entramado en los oscuros laberintos que conforman el cerebro del investigado, tan lleno de recovecos, trampas, ardides, montajes, falsedades, que ocuparían volúmenes enteros, si puestos a la luz pública con todo el peso de la verdad.
En fin, un paisa tan incapaz de pasar a uso de buen retiro, porque sabe con certeza y con el mayor cinismo que necesita de fueros especiales que le den la inmunidad y la impunidad de las que tanto necesita. Él estaba tranquilo con “la Calladita”, con quien creyó podría seguir haciendo burlas a la justicia, en vez de ir a recrearse en alguna de las inexplicablemente agrandadas propiedades que tiene por todos los confines de Colombia.
Estamos ante la reedición del Mercader de Venecia, de Shakespeare; esta vez real, no es teatral, la comedia del convulso mundo de la justicia, pisoteada sin pudor, por quien debía respetarla como nadie. Ahora todos sus áulicos, sus seguidores, sus fanáticos, sus bufones y cortesanos, quieren, haciendo viral el #SantosTraidor, evitar centrar la atención en Uribe y #LaCalladita. Tenemos que lograr hacer viral el #UribeTramposo, para comenzar a desenredar la madeja de su muy cuestionada vida pública. Ya lo dijo con conocimiento de causa, el tristemente célebre “Popeye” Uribe es el hombre más poderoso y peligroso que hay en Colombia (https://youtu.be/nWUP0i7lVkc)
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015