Sí, hoy le doy gracias a la vida que me ha dado tanto, como lo dice la cantautora chilena Violeta Parra; ayer en la noche llegaron los resultados y me diagnosticaron covid.
Siempre he tenido claro que la vida no acaba a los 65 años y que el tonel de las oportunidades no se debe dejar agotar. Sí, tendría en estos últimos años que llevar a cabo un balance entre lo aprendido y lo desaprendido, debo confesar que el gusto de desaprender es encontrar nuevos caminos y opciones de futuro, nunca lo dejen de hacer; la curiosidad por conocer, por explorar y estudiar son una triada de gran poder que se debe cultivar con el paso de los años.
Sí, le doy gracias a la vida, hoy me levanté y me dije; es un nuevo día para progresar, tomé el libro de turno que siempre me acompaña “La Tiranía del Merito”, me llenó de entusiasmo leer de madrugada páginas de conocimiento que finalmente inspiran sabiduría, luego como todas las mañanas preparé el jugo de naranja que comparto con mi señora, me dispuse de un buen café, ordené el simulador de la bici para dar inicio al ejercicio cotidiano que llevo practicando a través de los años y así inicie otro día con la mirada puesta en el futuro.
Hace unos años me solicitaron una hoja de vida, en el perfil profesional escribí estas líneas que de corazón quiero compartir.
“Qué escribir hoy cuando estoy próximo a cumplir 65 años de edad y he superado la edad de jubilación a partir de los 62”; sin duda una bonita ocasión para reflexionar sobre una trayectoria de vida.
Podría decir que el lapso laboral de una persona es de 42 años, que inicia a los 23 y debería concluir a los 65 años y a su vez podríamos definir, que las etapas laborales se dividen en períodos de 7 años y que a través de las navidades vamos consumiendo nuestro barril de oportunidades y, por supuesto, en cada fase de la vida tendremos necesidades diferentes, diálogos cada vez más emotivos, algunos cargados de angustia y otros de esperanza, pero finalmente coloquios acerca de lo fue y lo que será y no debería ser; terminar agotando el barril de las oportunidades de la vida.
Hoy que me acerco a los 65 abriles y mi barril de oportunidades está colmado de vida, de esperanza y de una abundante energía para continuar disfrutando de las delicias de la vida, de nuestra querida Colombia, de nuestro admirado Paisaje Cafetero, de la fotografía, de escribirle a los paisajes y a la naturaleza, de compartir con mi señora un ser especial, de tener nuevos amigos y fortalecer los lazos de amistad de aquellos amigos y amigas entrañables y de poder contribuir a construir país y generar confianza, todo ello me motiva a mantener una mente activa y ávida de inquietudes. Mis 65 años llegarán atiborrados de iniciativas nobles que harán que mi barril de conocimientos este cargado de energía, para continuar la senda de una trayectoria de vida y de servicio a una sociedad y un país, que lo merecen todo”.
Mi consejo es que en esa maratón que para unos inicia y para otros que van a la mitad del recorrido, es que cultiven las dos C – C, entendidas como Capacidad y Confianza. Cuiden su cuerpo, dedíquenle tiempo a la salud, al ejercicio a compartir con su pareja, sin duda esto fortalecerá la Capacidad, los años me han enseñado que una buena mujer es una fortuna maravillosa y finalmente establezcan relaciones de Confianza y lo más importante, sea una persona Confiable; las dos C-C le serán fundamentales para los años más extraordinarios de la vida.
La vida continua con optimismo y felicidad, comprendí el significado de las dos C-C, valen la pena, ya con 66 años abordo.
Gracias a la vida.
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