Mario César Otálvaro
@macotal
Van nueve partidos -27 puntos disputados- y Once Caldas ha hecho 5, para un producido del 18.51%, al parecer el peor de la historia.
Afirman, quienes manejan estadísticas, que hace 34 años no era último. Recuerdan que en 1987 jugó 40 partidos, ganó siete, empató cuatro y perdió 29, para un desempeño del 31.25%.
En aquella época hubo dos juntas directivas y tres cuerpos técnicos. Diego Umaña -remplazo de Maturana- salió por roces con sus patrones que encargaron a varios jugadores en cabeza de Janio Cabezas hasta que llegó Mario Agudelo, todos con pésimos guarismos.
Esta temporada ya se cambió de orientador, se fue Eduardo Lara, contrataron a Diego Corredor, y sin cargarle responsabilidad, en dos juegos no ha tenido victorias.
Campaña funesta, irritante, ocho fechas sin victoria, puesto 20, y una sombra larga que se extiende hasta generar pánico pensando en el descenso.
Triste realidad que conduce a buscar razones del descalabro, tendiendo hacia las políticas de dirección con una Presidencia sin aciertos, y propietarios sin éxito casi por una década.
Una lástima, siempre lo mismo, inversiones mal ejecutadas, y una gestión nula porque no cumplen el objeto de la empresa que es entretenimiento y alto rendimiento deportivo.
Demasiadas vinculaciones cada semestre sin base establecida ni plan de juego, entrenadores inadecuados, asesorías que han hecho daño, e inhóspita relación con el entorno.
Se jactaron -y nos llenaron de ilusión- con los 11 refuerzos para este campeonato, lo que no contaron fue su nivel, ni su presente, ni quienes los recomendaron ¡fracaso total!
A la fecha solo Juan David Pérez muestra cosas diferentes, los extranjeros desaparecieron de la titular, y otros con su actualidad admiten el calificativo de exfutbolistas.
Es axiomático que convirtieron a un campeón de América en colero de la Liga, y al mejor equipo de los albores de siglo en uno más, intrascendente, anodino e irrespetado por sus rivales.
En Palogrande desde que el público regresó -tercera jornada contra Millonarios- no ha vencido, con tres derrotas en cuatro salidas.
Humillante y vergonzoso lo de Once Caldas que produce rabia, molestia, y pesar frente a tanta mediocridad, falta de representatividad, y números risibles.
Corredor entró cargado de intenciones, y de verdad se observa mejoría en vocación ofensiva y creación de opciones, pero también monumentales yerros defensivos y bajos niveles individuales.
Preocupante la tesis del entrenador sobre la forma de algunos jugadores, sin ritmo, lo que suena increíble tras nueve fechas de torneo y con casi tres meses de acondicionamiento. Igualmente en atención, concentración, y trabajo de equipo falta mucho, detrás de una clasificación imposible, y la obligación de sumar para evitar las angustias de la categoría. Qué dolor ver al Once Caldas en semejantes circunstancias, con mínimas posibilidades de alivio, y en manos de un empresario a quien el negocio lo está desbordando.
P.D.: Recientemente el presidente Castrillón le comentó a este periodista que van de salida porque no es su sector, y tengo la evidencia. Se necesita un nuevo aire.
Hasta la próxima
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