Mientras Petro convence a sus seguidores de que es un perseguido político de las élites que no le han permitido gobernar, aliadas con gobiernos de derecha como el de Trump, que de manera injusta lo incluyó en la lista Clinton junto a algunos miembros de su familia y del Gobierno, la oposición no ha hecho nada distinto a criticarlo, sin presentarse como una real oportunidad de cambio, dispuesta a cerrarle el paso a la creciente corrupción, que día a día irrumpe con mayor fuerza en las entidades gubernamentales que tienen que ver, precisamente con el desarrollo y crecimiento del país.
A tan solo seis meses de las elecciones de quien habrá de sucederlo, la encuesta nacional de Invamer cuyos resultados se revelaron el 30 de noviembre, muestran unos preocupantes guarismos frente a la intención de voto real, recopilados entre 3.800 personas mayores de 18 años, en 148 municipios del país, respuestas que sorprenden por las muchas dudas que de ellas se desprenden.
Para empezar, debemos hacer claridad diciendo que la sumatoria de la derecha más el centro, representa el 70% del total de los votos del país, y la izquierda el 30% restante. Arrojar la encuesta que Iván Cepeda derrota a Abelardo de la Espriella en segunda vuelta al obtener el 59,1% el primero, frente a un 36,2% el segundo, no tiene asidero válido, cuando el candidato de la izquierda en primera vuelta obtiene el 31,9% y De la Espriella el 18,2%. Para la segunda vuelta, la izquierda tiene muy poco que aumentar, contrario a De la Espriella que contaría, no solo con la sumatoria de la derecha sino con un importante aporte de los del centro.
La encuesta igualmente muestra un hipotético escenario, enfrentando a Cepeda con Fajardo en segunda vuelta, escenario falso y lejano de la lógica electoral. Dentro de las preguntas hechas a los encuestados hay una de singular importancia: Aprueba o desaprueba la forma como Gustavo Petro se está desempeñando en su labor como presidente, obteniendo un 56,7% de desaprobación. ¿Cómo puede ser posible que un país que desaprueba con el 56,7% la tarea de Petro, pueda este derrotar con el 59,1% al candidato de la oposición? No, no puede ser posible. Es una encuesta mentirosa, dirigida a fortalecer al gaseoso e insulso Fajardo, a quien el país de sobra conoce por haberse especializado en figurar con inicial respaldo en las encuestas, para luego desinflarse, pero manteniendo un apreciable guarismo electoral que le permite embolsillarse miles de millones por la reposición de los votos cada cuatro años.
Ya para terminar, valga la pregunta: ¿Al servicio de quién está este Gobierno? ¿De la Constitución y de la ley o de intereses criminales que operan por fuera del Estado de Derecho? La infiltración de la cúpula de seguridad del Gobierno Petro por la banda de alias Calarcá, la del jefe del Comando de Personal del Ejército (COPER) y la del jefe de inteligencia de la DNI, conjuntamente con la puesta en ejecución de “la paz total”, proyecto diseñado para la entrega de territorios estratégicos a disidencias y a actores armados por fuera de la ley, ponen en clara evidencia la complacencia de este Gobierno con los peores criminales que nos asuelan. Lo que el Gobierno ha llamado paz, no ha sido otra cosa que la legalización de la presencia armada ilegal, en más de medio país.