Hablar sobre el suicidio de una manera empática, sin caer en el dramatismo, es muy difícil, pero esta película, del director italiano Paolo Genovese, lo logra. Esperé a que la película saliera de cartelera para escribir el artículo porque odio los “spoilers”, así que si a usted le molestan y no quiere saber más al respecto, no siga leyendo.
A pesar de ser un tema espinoso y de no saber a ciencia cierta cómo iba a ser tratado, decidí ir con mi hija a ver El primer día de mi vida. ¿Por qué? Porque ahora el tema del suicidio es cada vez más común entre la juventud y, tristemente, también entre los niños, como lo ejemplifica uno de los personajes; un niño obeso, cuyo padre lo “lanzó al  estrellato” en una red social, grabando videos de su hijo atragantándose con comida, para conseguir plata ¿un caso extremo? No sé, tal vez no sea tan raro, cuántos padres de niños famosos los han utilizado para su beneficio económico, sin importar que un niño o una niña pequeña tenga que hacer un papel de prostituta en una película, como el caso de Brooke Shields, quien además tuvo que lidiar con el alcoholismo de su mamá, tomando el papel de cuidadora, cuando era ella la que debía haber sido cuidada por su mamá.
Pues el pequeño de la película prefiere atrancarse  con donas, a pesar de ser diabético y no administrar su dosis de insulina, en un intento desesperado por ser visto por sus padres y por interrumpir esa exposición en las redes sociales, que le genera muchas secuelas dolorosas, entre ellas el acoso al que es sometido por sus compañeros de colegio.  
Lo interesante de la película es que se trata de segundas oportunidades; de hacer reflexionar a los cuatro suicidas sobre lo que les espera en la vida si toman otra decisión. Otro de los personajes es una atleta de alto rendimiento, gimnasta, quien prefiere estar en silla de ruedas para liberarse de la presión de tener que competir, pues su trauma es  quedar siempre en segundo lugar. Si, está muy bien competir, al que le gusta, a mí no me agrada, tampoco es un valor que le he transmitido a mi hija, aunque ahora los jóvenes están creciendo en un mundo supercompetitivo y esa búsqueda de la excelencia también puede ser devastadora, como el caso de la atleta que muestra la película.
Me gusta ver buen cine, me encanta que traigan películas de otros países, diferentes  a las gringas, que por obligación tenemos que ver. Esta película italiana nos plantea una reflexión importante: encontrarle el valor a la vida por encima de cualquier dificultad o pérdida que hayamos podido tener. La vida es una escuela, vinimos para aprender sin saltarnos lecciones ¿para qué aplazar y salirnos del colegio antes de tiempo, si de todas maneras vamos a tener que repetir el curso? Terminar con la vida para algunas personas es una opción, nadie sabe con certeza lo que encierra la cabeza de un suicida y en los sobrevivientes queda un dolor profundo y una incógnita ¿lo habría podido evitar?
Si quiere ver una excelente película sobre un tema polémico, pero muy bien tratado le sugiero el film El primer día de mi vida.