Hay una iniciativa muy importante para nuestra ciudad, liderada por la Universidad de Caldas, es la Universidad Intergeneracional que responde a una necesidad de Manizales y del departamento; darles la posibilidad a personas de distintos rangos de edad, especialmente a los adultos mayores, de estudiar. En sus aulas se entremezclan personas tan diversas como una mamá con sus dos hijas; una de 9 y otra de 15, o un par de niños a quienes lleva su tía a estudiar, pero los tres participan en el mismo curso.
Sin duda la Universidad de Caldas ha puesto su mejor empeño para que la Universidad Intergeneracional funcione; se ve el interés de los docentes para que sus alumnos se sientan bienvenidos y ponen toda su paciencia para enseñar a grupos tan diversos. En la primera ceremonia de graduación tuve el gusto de escuchar las palabras del señor rector, Fabio Hernando Arias Orozco, quien habló de esta iniciativa como uno de sus mayores logros, a la cual le ha puesto todo su interés y cariño y eso se nota. Otro de sus grandes promotores ha sido el doctor Darío Arenas Villegas, vicerrector de Proyección Universitaria, quien define la Universidad Intergeneracional como “una pequeña revolución”.
Pero una cosa es escuchar los discursos y otra experimentar lo que se vive en las aulas. Tuve la fortuna de recibir la información para la primera convocatoria, me inscribí en un curso que se llamaba Arte en la Vida Cotidiana, orientado por el maestro Luis Guillermo Vallejo. Para mí, como alumna, fue un gusto y un privilegio conocer al maestro, escuchar su visión del mundo y conocer su historia y sus inicios como artista plástico. Esta experiencia la atesoraré el resto de mi vida. Para la segunda cohorte me inscribí en un curso de Introducción al Dibujo, dirigido por Juan David Salazar, con dos ayudantes excelentes, Estrella y Daniel, los tres, con su buena disposición, nos ayudaron a todos los participantes, más de 40, a explorar nuestras habilidades para el dibujo. Este fue un curso mucho más práctico, muy agradable.
Puedo asegurarles que hay cursos para todos los gustos, se puede explorar en el área de tecnología, plantas medicinales, tejidos ancestrales, finanzas personales, teatro, danza, escritura creativa, arte, etc. En fin, creo que hay oferta para todas las sensibilidades.
Lo único que se necesita para estudiar en la Universidad Intergeneracional es buena disposición y tener tiempo disponible. Los cursos no tienen costo económico, que sean gratuitos es un esfuerzo que hace la Universidad de Caldas pensando en el bienestar de los manizaleños y adelantándose a una realidad: El cambio que en un futuro dará la pirámide generacional, en la cual la población de adultos mayores va a ser superior a la de jóvenes y niños. Así que la Universidad quiere que esta población envejezca con mayor calidad de vida, este programa quiere ser un antídoto contra el aislamiento y la pérdida de sentido de vida.
Creo que la principal ganancia, que va de la mano con el conocimiento adquirido en los cursos, es encontrar amistades valiosas. Cada participante tiene una historia de vida muy bonita y en la diversidad nos enriquecemos los que nos hemos dado la oportunidad de aceptar el llamado para seguir aprendiendo, expandiendo nuestro círculo social, creando redes de apoyo y disfrutando de los espacios culturales que ofrece la Universidad de Caldas. Gracias por la oportunidad de seguir aprendiendo.