Fernando-Alonso Ramírez

Periodista y abogado, con 30 años de experiencia en La Patria, donde se desempeña como editor de Noticias. Presidió el Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (Flip). Profesor universitario. Autor del libro Cogito, ergo ¡Pum!

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El periodista, historiador y columnistas de LA PATRIA Álvaro Gärtner ha escrito una historia que hace recordar lo sentenciado por Yuval Noah Harari en De animales a dioses: “Contar relatos efectivos no es fácil. La dificultad no estriba en contarlos, sino en convencer a todos y cada uno para que se los crean". Esto quiere decir, palabras más palabras menos, que buena parte de las construcciones sociales dependen de mitos fundacionales que hacen carrera, que se transforman a través del tiempo, con el fin de facilitar consensos y lograr que los clanes -sociedad- puedan funcionar.

Este libro es un documento que servirá para que actuales y futuros historiadores ahonden en las interpretaciones que hace Gärtner refutando a otros que han escrito sobre el tema y revisando algunos mitos creados en torno a lo que conocemos hoy como Riosucio y sus territorios aledaños, que eran parte de Cauca y que nos cuenta con una historia nada fácil de rastrear, pues existen muchas versiones inconclusas y otras tantas contradictorias.

A quienes nos gusta leer sobre la historia en general, y de Caldas en particular, vemos cómo en este trabajo se nota a un periodista de raza. De esos que no tragan entero, que ponen en duda lo que muchos han consensuado que tiene que ser así y que acude a las fuentes primarias para tratar de probar su punto. Además, cuando algo no le queda claro y no tiene fuentes documentales con las cuales lo puede probar, lo consigna de manera transparente, como debe ser, lo deja expreso. Esto para que los lectores lo tengan claro y para que futuros investigadores, intenten llegar a una aproximación más certera a la verdad buscando nuevos papeles, piezas que puedan ayudar a configurar el rompecabezas que sigue abierto.

Así de transparente es a la hora de concluir que Peranita debió ser hija de aquel, porque no hay en el nuevo censo nadie más con esos apellidos, pero muestra que es una deducción suya, sacada con lógica, aunque no se permite ser concluyente porque sabe que no puede probarlo.

Entre los mitos que cuestiona está el de la fundación del municipio que tanto se atribuye en una fecha mítica para el país, el 7 de agosto de 1919, pero esto es más como una necesidad de refrendar el colombianismo, porque poco a poco, el historiador va mostrando que no hay rastro de que esa fecha sea destacada, porque realmente como tantos otros pueblos de esta región se trata de asentamientos a través del tiempo.

En este caso concreto, depende de muchas decisiones previas apoyadas y resistidas, según desde donde se mirara, y la mayoría de las veces sin quién diera testimonio exacto de las cosas, toda vez que era tan alejado de los centros importantes que se hicieron muchas reparticiones y delimitaciones de tierras a ojo, desde una montaña lejana y se tomaron decisiones de geopolítica y administración.

La división por capítulos cortos y los intertítulos ayudarán a quien busque luego nuevos datos, porque este no es un libro para leerlo de corrido, es para consultarlo cada que se tenga duda sobre algo, para encontrar un punto relevante sobre una zona, de Anserma, de Supía, de La Montaña, de Riosucio, del padre Bonafont, otro mito agrandado por el tiempo, sin desconocer su importancia.

Asimismo, resultan de gran importancia los cuadros con datos y mapas que permiten encontrar de forma resumida pruebas y pruebas contundentes de donde saca en buena parte sus conclusiones el miembro de número de la Academia Caldense y Miembro corresponidente de la Academia Colombia de Historia.

Es una lástima la letra escogida por la editorial Matiz para el documento, pues su delgadez hace que haya partes donde se dificulta la lectura, que las comas parezcan puntos, que los dos puntos y algunos tildes se pierdan, y porque además se cansa el ojo más fácil. Es bueno que replanteen el uso de esta fuente para futuras ediciones.

Lean pues Río Sucio de Ngurumá - Historias e historias de la génesis de Riosucio. 1536-1846 y #HablemosDeLibros de historia patria, de mitos fundacionales y de ese territorio originariamente caucano que es parte esencial de la caldensidad.

 

Subrayados

* Riosucio no fue fundado, porque no hubo nombramiento de autoridades civiles, trazado de plaza y calles, ni repartimiento de lotes.

* La sanción moral sigue vigente en Riosucioy su máxima expresión son los decretos en verso de su precarnaval, que juzga las conductas impropias de los ciudadanos. (Vale anotar que hoy es el precarnaval).

* La dupla poder temporal-poder espiritual fue letal.

* Al evolucionar hacia lo mundano, las lecturas dejarían de ser sagradas para transformarse en crítica social satírica.

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Gärtner, Álvaro. Río Sucio de Ngurumá - Historias e historias de la génesis de Riosucio. 1536-1846. Páginas 396.