El Puracé en la Cadena Volcánica de los Coconucos (CVLC), volcán que incluye el Curiquinga y es el más activo de la cadena, ha emitido una columna de ceniza de 1,7 kilómetros de altura, a pesar de las amenazas de lahares, flujos piroclásticos, caída de bloques y cenizas, para la gestión del riesgo en su área de influencia por fortuna cuenta no sólo con la vigilancia del Observatorio Vulcanológico del Puracé desde 1987, sino también con investigaciones.
El estratovolcán dotado de un cráter de 500 m de ancho y 4.640 m altitud, ubicado en límites de Cauca y Huila, y a 27 km al S-E de Popayán, si durante los últimos 150 años ha presentado cinco períodos eruptivos, el más reciente nos remonta primero al paroxismo de 1849 cuando se destruyó la cima del volcán y a la erupción del 4 de octubre de 1869 reportada por el New York Times, registrando además de muerte en su vecindad un lahar que elevó el nivel del río Cauca en un pie.
En este territorio donde tienen asiento comunidades indígenas ancestrales de los resguardos Kokonuco, Puracé, Paletará y Poblazón, los 15 centros eruptivos de la CVLC muestran características explosivas al N-W y efusivas o de derrames lávicos al S-E; en el grupo de los explosivos se encuentra el Puracé, construido con lavas andesíticas y productos piroclásticos sobre los remanentes del volcán Pre-Puracé, según estudios que han permitido estimar el inicio de su actividad hace aproximadamente 10.000 años antes del presente.
De la CVLC se reporta la erupción más reciente en el Puracé asociada a la actividad entre noviembre del 2022 y noviembre del 2023, donde la sismicidad presentó eventos volcano tectónicos, de largo período, híbridos y tremores, al tiempo que a los valores máximos de dióxido de azufre medidos semanalmente que oscilaron entre 259 y 5.854 toneladas por día entre noviembre del 2022 y abril del 2023, se sumaron ocasionalmente emisiones blancas de vapor de agua y gases.
Pero en la mañana del 25 de noviembre del 2025 nuevamente se registró un aumento significativo de la sismicidad durante varias horas, caracterizada por temblores y sismos de largo período ubicados bajo el cráter a profundidades de 1 a 4 km, donde estas señales acompañadas por columnas de gas que se elevaron hasta 1,7 km sobre la cima, se desplazaron al suroeste con pequeñas cantidades de ceniza en los pulsos de la columna eruptiva, pese a lo cual el nivel de alerta se mantiene en amarillo.
El mapa de riesgo del Puracé delimita tres zonas de amenaza, la de mayor riesgo que incluye los centros volcánicos Puracé y Curiquinga, también comprende las cuencas volcánicas norte y sur; la de riesgo moderado que abarca gran parte de la cadena volcánica Coconucos y se extiende al noroeste hasta el pueblo de Puracé, y la zona de menor riesgo que avanza al noroeste incluyendo a Popayán y hasta el sur del poblado de Paletará.