De modo superficial reniegas ante lo adverso, y eso es comprensible, pero puedes cambiar tu enfoque.

Lo negativo llega para hacer buenos cambios. Elige mejorar con amor y no con dolor.

Es el momento para cultivar solo palabras y pensamientos positivos sobre ti, los demás y la vida.

Es la hora para confiar de verdad en Dios, en ti y creer que lo negativo pasará.

Todas las pruebas son pasajeras, tu resto es aceptar sin luchar y comprobar que todo acaba bien.

Ámate sin medida, cultiva la aceptación, mantente positivo y déjate llevar.

Acepta los golpes y las pérdidas. Medita, ten calma y apela a lo mejor de ti.

Lo que te ayuda es estar en conexión con Dios que es tu mejor apoyo y fuente de la mejor energía.

 

@gonzalogallog