Para lograr algo no bastan las afirmaciones. Hacen falta la intención y la observación.
Una atención dispersa genera resultados dispersos, lo que se necesita es una atención consciente.
Debe ser una atención alineada con una frecuencia que debe ser consciente y no en automático.
Los teóricos cuánticos hablan de lo que llaman “el campo del punto cero”.
Un mar vibracional infinito de potencial puro que contiene todas las posibilidades.
Ese campo no responde a las palabras que dices. Escucha la frecuencia que está debajo de ellas.
Puedes repetir “soy abundante”, pero ves que continúas viviendo en la carencia.
Lo que cambia todo depende de tus creencias, tu identidad y tu resonancia emocional.