Se ha podido establecer que los problemas de audición de Beethoven empezaron hacia 1797. En 1812 se agrava su sordera y llega la muerte de su hermano Kaspar que le deja la custodia de su hijo de 9 años.
En medio de estas serias preocupaciones compone algunas de sus mejores obras. La soberbia sinfonía a obra fue compuesta entre 1807 y 1808. Junto a la Sinfonía núm. 6 o ‘Pastoral’.
En la 5 se palpa la unidad alrededor del famoso tema inicial de 4 notas, que se aprecia de diversas formas en los cuatro movimientos. Siendo la 9 la más reconocida y alabada, para algunos en calidad, belleza y poderío le sigue la 5.
La herencia del compositor de Bonn está en su grandes obras, pero también en la resiliencia que tuvo para soportar sus sordera y otros males. La sordera influyó en que fuera huraño y, acaso, asocial, pero nos rendimos ante su genio musical. Uno de los más grandes compositores de la historia.
Estas son palabras del propio Beethoven, 1770-1827: ‘per aspera ad astra‘, o sea, un viaje ‘hacia las estrellas a través de las dificultades’. En 1812 se agrava su sordera y llega la muerte de su hermano Kaspar que le deja la custodia de su hijo de 9 años.
En 1801 Beethoven había perdido el 60% de la audición normal: oye sólo las vocales, pero las consonantes han desaparecido. Para 1816 la sordera es completa. Además sufrió de crisis de asma, y episodios recurrentes de dolor abdominal, diarrea y constipación. La vida de Beethoven fue un drama desde niño, cuando su padre lo obligaba a tocar piano, y no permitió que disfrutara su infancia.
Recordemos que pensó en el suicidio, pero no lo hizo “por mi amor al arte y mi fe”, según lo que se lee en el Testamento de Heilegenstadt, en 1802. Beethoven empezó a tener problemas de sordera cuando tenía 27 años. Vivió 57.
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