Dios mío, en tiempos tan turbulentos como los de un huracán, tú eres mi baluarte y mi refugio.
Hay días en los que la angustia se asoma a la puerta, pero tú la cierras, y eres mi apoyo y un bálsamo para mi alma.
Señor, nos amas sin límites y moras en mi ser, pero es común olvidarlo y así eres una presencia ausente.
Quiero tenerte bien presente y decirte sin cesar que te amo y darte gracias una y otra vez.
Eres el más poderoso lenitivo, eres brisa fresca y luz radiante, eres luz en mi camino.
Aunque mejoremos en amarnos, amar y ser conscientes, hay días grises y otros bien intrincados.
Somos como metal que pasa por el fuego y se derrite para poder crear utensilios útiles.
Somos uvas que deben ser prensadas para catar un buen vino. Hay pruebas, pero tú siempre estás conmigo. Te amo.

@gonzalogallog