Dios mío, en las noches oscuras del alma eres luz radiante y deslumbrante.
En los días brumosos, en los que la fe se debilita, tú brillas como el sol más luminoso.
Sí, bendito Señor, tú siempre en nuestro ser como fuente de alegría, como creador de armonía.
Tú siempre conmigo, aunque yo no te tenga presente, atrapado en quehaceres a veces sin sentido.
¡Ay! Amada Fuente Creadora, son minoría los que de verdad te tienen presente durante el día.
Ni siquiera en rezos repetitivos que se dicen de memoria y habitualmente en automático.
Por eso, Señor, estando presente, la verdad es que eres un ausente para tantos.
Quiero amarte sin límites y expresártelo con gratitud. Amar, amarte y agradecerte es lo mejor. Te amo, gracias.

@gonzalogallog