Un día un viejo león muy pagado de su grandeza, se encontró con una víbora y le preguntó agitando su melena:
- ¿Quien es el rey de la selva?
- Tu, por supuesto, respondió la víbora, alejándose del león a toda marcha.
Entonces encontró a un cocodrilo junto a un caudaloso río y le preguntó lo mismo
- ¿Por qué me lo preguntas? Sabes bien que tú eres el rey de la selva
Así pasó toda la mañana y todos los animales le respondían que el rey de la selva era él.
De pronto tropezó con un elefante. El león ensoberbecido le lanzó la misma pregunta: ¿Sabes quién es el rey de la selva?’
El elefante le pegó una fuerte patada al león, y con su trompa lo levantó como si fuera un muñeco de trapo.
Varias veces lo tiró al aire y, al fin, lo arrojó al suelo y puso sobre el dolorido león su inmensa pata.
- Está bien, lo entiendo, -dijo el pobre león-, pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, porque no sepas la respuesta.
@gonzalogallog